Madrugada. Diciembre. Humo

Vuelvo a las andadas y, como en las mejores noches, sin más que ofrecer que nocturnidad y alevosía. Se hace tarde y ha pasado mucho tiempo. ¿Lo echabais de menos? Yo hoy sí. El vértigo en la flor del paladar, el run run de treinta y cuatro teclas y una habitación vacía en plena ebullición. Esta mañana, al ver de nuevo al "huído" Javi Gala, me di cuenta de que los acontecimientos giraban en esta dirección.

He dado unos cuantos tumbos hasta llegar aquí. Más de cincuenta días sin fumar tabaco. He estado lejos, recomponiendo las cosas que de verdad merecen la pena, respirando aire fresco lejos de la capital en obras. El I Taller de Radio Chaminade salió adelante, gracias a Chipi, Prudhom y Clara (no te vayas tan pronto, loca). En febrero, Jungla Urbana en Onda Mayor, otra vez de la mano del maestro Evangelio. Enorme resaca del pasado fin de semana. Poco más que pueda contar. Llevo una temporada con los ojos muy abiertos, dando muchas vueltas, sin pararme a pensar para que no se me escape el momento. Esta noche toca detenerse en la cuneta, envolverse de humo y poner en orden el pasado reciente, paladeando ese whisky escocés. Se hace tarde y nada me espera. Quizás mañana sea diferente. Por hoy ya está bien para ir abriendo boca.

Hablo en voz baja para no despertar a nadie. Son las cinco de la mañana y sólo me acompaña el café, las ojeras y el recuerdo de la chica de la camiseta de Nirvana. Come as you are, me dijo una tarde y, desde entonces, nunca he tomado el camino de vuelta. Nos une algo más que la gravedad, algo más que la mutua atracción que ejercen dos cuerpos que se necesitaban y se buscaron desesperadamente el uno al otro. No espero que lo comprendáis, todos no.

Nadie puede regalar nada mejor que la esperanza de no morir incompleto, de saber que has encontrado algo que, más allá de una alucinación de un instante, da sentido a todo lo demás. Casi todo tiene una explicación al fondo de esos ojos negros. Llamadme cursi, despreciadme por ser sensiblero. Me da igual. Merece la pena. Otros mueren sin saberlo, algunos lo rechazan, a otros se les niega. A mí me lo regalaron una noche que dura ya más de seis meses. No espero que lo entendáis, por que ni yo mismo me lo explico. Al final, como casi siempre, cualquier palabra es un pobre intento de explicar a qué sabe la electricidad que nos atraviesa el espinazo.

Son las cinco y veinte de la madrugada, se velan las ojeras, se oscurecen los párpados y, de repente, me sorprendo a mí mismo en medio de lo que parece ser un ataque de lucidez. Por eso, punto y final por hoy, abrazos para todos. El resto, en ese viejo poema de Celso Emilio Ferreiro.

Por no callar

Sigo aquí, aunque no lo parezca. Ha pasado un mes casi en blanco en estas páginas, pero lleno de proyectos y de cambios en mi vida "real". Tiempo de mudanza en el viejo país de los placeres amargos. He dejado de fumar, después de diez años de humo empedernido. He vuelto a escribir, aunque no aquí, sino en ese cuaderno negro que insisto en llevar conmigo a todas partes. He vuelto a Ourense, sólo para volver a pasear bajo la lluvia impenintente.

De regreso a Madrid, se me ha presentado otro retorno apetecible. Volver a la radio. De la mano del incansable Fernando Evangelio, crujirán los micros de Onda Mayor, la radio libre en la que di mis primeros pasos y que han intentado callar sin éxito. Pronto os contaré como podreis escucharnos desde Internet. Por si fuera poco, el maestro Chipi me ha encargado que le asista en un Taller de Radio que llevaremos a cabo en el Chaminade. Sorprendente saber que alguien considera que puedo ser útil, que tengo algo que decir. Aún me cuesta creerlo...

Pero vayamos poquito a poco. Acabo de volver y ya os estoy aburriendo con mi vida. Poco a poco, ya os iré contando más cosas. Ahora toca envolverse en las mismas mantas frías de cada noche y soñar que mañana será distinto y que aún me acompaña ese olor familiar que me mantiene aferrado al suelo. Ya es tarde, se calentó la cerveza y toca distraer al mono con desvelos. A ver si siguiera lloviendo...

"Me han llamado ya estalinista, espía soviético, momia, han dicho que soy mala persona, perverso. Sólo les quedaba el peor insulto: llamarme lo que ellos eran, falangista. Si sabrán ellos cómo se podía ser de miserable siendo falangista: era su partido, su personalidad. Voluntaria, elegida. Sigue siéndolo. Los que no tuvieron tiempo, se dicen demócratas, o se dicen ácratas, o monárquicos: pero ellos y yo sabemos que, si hubiera otra guerra civil, estarían en el bando del nuevo Franco. No sé cómo no les da vergüenza que su dictadura me obligara a escribir como si fuera uno de ellos. Yo no tengo esa vergüenza. Estoy satisfecho de haber vivido de rodillas esperando el momento de ponerme de pie."

Eduardo Haro Tecglen

Gracias por ayudar a forjar la memoria histórica robada, de la que nunca dejarás de formar parte. En territorio ocupado no hay lugar para el olvido.

Retorno al amado caos


Regresé casi indemne, nunca hundido del todo, casi siempre flotando en el limbo de las pupilas brillantes. Da igual, esta no es otra de esas historias de desarrollo tortuoso y final feliz. Lo fundamental, la posibilidad de volver, de reconstruirme pieza a pieza tras regresar de un pasado que nunca parece el mismo. El tren está en marcha y esta vez conmigo dentro, viviendo, a pesar a todo, el mejor momento. Sé a quién echarle la culpa, sé exactamente qué es lo que me hace levantar cada mañana, amarradado a ese olor a canela en medio del caos.

Ha sido un fin de semana más de retorno que de desencuentro. De recuperar esas noches interminables sentados en un parque (aunque exiliados del Padre Feijoó), de giros vertiginosos y reencuentros. Y de despedidas. Paso tan poco tiempo en tantos sitios que a veces me parece encadenar sólo despedidas y últimos instantes. El domingo se acabó. Regresé a otro hogar que confundí con el mío, mientras terminabas de resolverte el verano y yo devoraba empanada y proyectos con lo más selecto de la promoción Chaminade del 2001. Otro final feliz que me dibujan sin rutina ni empalague. Otra matrícula, la cola de siempre en secretaría, sobremesas sorprendentes, maletas, planes de viaje y cientos de ratos perdidos paseando la ansiada geografía. Bienvenida sea esta rutina por conocer. Vuelvo, dispuesto a enseñar los dientes y a dejarme llevar a dónde quieras llevarme.

Ahora puedes dejar de ser mi musa del agobio. Duerme, sin guillotinas cronometradas que mutilen tus sueños, sin fechas escritas en rojo en el calendario de los problemas. ¿Recuerdas? Historias enormes que suceden entre cuatro paredes y una cama de 1'05, desayunando ese olor bajo las mantas, cerca... por si la gravedad fallase. Duerme.

Permanente estado de conflicto


Cando rematou a guerra, o banqueiro voltou a amasar a nosa pobreza, o carceleiro tornou á cadea, o político ergueuse de novo no seu púlpito e nós voltamos ás nosas miserias. Só o soldado permaneceu igual, coas armas na man, só que agora o seu fusíl ollaba cara nós. E non deixou de apuntar ata que volveron necesitar do noso sangue na súa próxima guerra. Outra máis, tan semellante a todas as anteriores, anacos todos eles dunha enorme Guerra que se libra cada día contra todos nós, os que sempre nos vai tocar o lado feo do canón.

Sómola causa de que esistan policía, pelotas de goma e grandes meios de manipulazón, non vaia ser que nos demos conta de que, sin nós, o seu mundo e as súas regras non se teñen en pé. O seu sistema sempre sostido en dous principios ineludíveis: o páu e a cenoura, a mentira e o canón que nunca deixa de apuntar ás nosas cabezas, pra que non cometámolo erro de pensar de máis. A orde social supostamente menos inxusta, dividida entre os que non teñen nada e os que contan con longas ringleiras de antidisturbios, xuíces, voceiros, demagogos, militares e paramilitares para defender o que non é seu, para perpetuar, xustificar e manter iste expólio. Manteñennos calados a base de medo, axitando as pantasmas do terrorista, do desorden e o conflicto pra que non teñamos tempo de pensar na maquinária imperfecta que nos governa. En perpetuo estado de conflicto latente, o cidadán consinte en sacrificala súa liberdade en proveito da seguridade fictícia. Por iso necesitan permanetemente un inimigo, unha ameaza contra a que luitar. Trala cortina de fume, iste é o xeito en que traballa a súa democracia.

Incertidumbres, pesares y trayectos

Hoy termina el verano. Hace diez días que este humilde narrador no daba noticias y ha decidido hacer balance ante el próximo comienzo. Los exámenes salieron mal, se avecina un nuevo viaje hacia el hogar de no retorno y pronto comenzará otra vez la universidad. Sí, lo habeís adivinado, sigo siendo universitario, como mínimo hasta mayo. Después de los exámenes, borrachera, fiestas del PCE, reencuentros y proyectos para el año.

Os lo iré contando, como siempre, pero de momento prefiero quedarme traspuesto en el sofá, al calor del humo denso y la telebasura. Tan sólo me queda esperar un regreso indemne, un comienzo suave y el ruido del motor de tu autobús en Avenida de América. We´ve got a long, long way toghether...

La felicidad en el período de entreguerras

Hace días que no me prodigo por el País de los Placeres Amargos, quizá porque a veces dejo de creer en su existencia. Ahora recuerdo que nunca os he explicado cuál es el significado de esas coordenadas ni qué me llevó a establecerme en ellas, pero eso carece de importancia. Sólo puedo deciros que a veces me rescatan de sus latitudes para enseñarme todo lo que existe más allá de su cómoda incomunicación.

Siempre me ha gustado conocer el terreno que piso y estar preparado para lo que pueda suceder, evitando las sorpresas y la decepción, escondido tras el cinismo y la mirada feroz. Pero eso se resquebraja. He descubierto (me han descubierto) el placer de volar sin red, expuesto pero sin miedo al fracaso. Es muy fácil no intentarlo y lamentarse con el ceño fruncido. Es muy cobarde no entregarse nunca, no enseñarle los dientes al riesgo por temor al segundo después del mejor de tu vida.

Después de la pequeña tregua, de las cañas en la mítica cervecería, de los planes mutantes, de lamer las lágrimas cargadas de significado y de recibir el mejor regalo al calor de mis veintitrés velas, sólo me queda regresar a mi pequeño País de los Placeres Amargos, a enfrentarme a la recta final de unos exámenes de los que, por una vez, saldré con la frente alta. Me esperan demasiadas cosas como para entretenerme en algo tan nimio. En el zurrón, tu olor y la certeza de saber a donde me dirijo. Pronto será otra vez martes y los dias pasarán volando...

Hoxe non

Hoxe non teño ganas de dicir nada, vou demasiado canso e é tarde abondo como pra nin sequera ter ganas de pensar en castelán. Sen razón aparente, seica será pola acumulación de materias bastardas nos miolos, estou esquivo co exterior. Mañá será distinto, mañá comeza agardando na estación de buses. Deíxovos con Uxío Novoneyra, poeta do Caurel, traductor de Mao ao galego, poeta da greve do 72 no Ferrol que xa non tiña dono.

PECHOUSE a noite riba do ucedo
i eu non vin einda a cor da miña amiga.
Agora é cando ún treme e ten medo.

ISTE desacougo! Esta cousa! Esta mao xorda que tira!
Iste querer irse sin saber para onde!

AGORA o meu cor é unha chaga encendida.
Unha mao loba anda escalazándome a ferida.

ESTA door que se oi!
Iste cor meu!
Esta door que me veo ela de seu
Sin saber polo que foi!

FOI coma se caira nunha cova.
Antes era noite i era día
Agora é todo unha negrura loba.

Uxío Novoneyra
Novas verbas de door, de Os Eidos

Vacío

Un segundo más tarde, cuando ya estaba en brazos del vacío, notó el calor ausente de la mano que acababa de desprenderse de la suya. Miró hacia atrás, hacia arriba, buscando sus ojos. La encontró, todavía al borde de la azotea, tan bella, tan ausente como siempre. Juntos, volaremos juntos. Lo comprendió todo, una fracción de segundo antes de estrellarse contra el asfalto. Sonrió, miró hacia lo inevitable y dejó que sus ojos se invadieran por la creciente enormidad del suelo.

Un segundo más tarde, sólo un borrón sobre el pavimento. Nunca setenta kilos de vacío han hecho tanto ruído. Ocho pisos por encima, la belleza ausente acababa de entender el porqué de su sonrisa. Tras el estupor de la promesa rota, la certeza ensordecedora. Ella había muerto dentro de él, un instante antes de abrazar el suelo. Murió al soltarse de su mano, murió mientras ambos se miraban, separados por un abismo, entre la inercia y la gravedad. Entonces supo que nunca volvería a estar sola.

Otra vez sin trabajo, otra vez en septiembre

Ayer me volví a despedir de la radio, de mi tercer período de prácticas en Radio Nacional, de mi tercer verano consecutivo como naúfrago en la capital vacía. Dos meses en Radio Exterior, dando voz a los que decidieron ponerle brazos a la solidaridad. Es duro dejar las ondas cuando apenas empiezas a acostumbrarte, cuando tienes la certeza de haber encontrado la vocación tanto tiempo dispersa, cuando sabes que sólo falta que un pedazo de papel avale la capacidad de enfrentarte a algo que no se aprende en las aulas de una facultad apática. Pongo mis pulmones al servicio de las palabras que estallan y levantan astillas.

Tras el fugaz contacto con el futuro condicional, sólo espera Septiembre y once batallas perdidas por enmendar. Necesito acabar la carrera antes de que me pudra dentro, a fuerza intentar digerir materias vacías e inútiles que sólo te enseñan a saber tragar sin poner cara de asco. Lo necesario para informar se aprende en la acción, no en la teoría obtusa.

Sólo me queda enfrentarme al reto, cerrar etapa y volver a empezar en la piel que he escogido. Puede que no sea mañana, pero me he jurado volver al estudio. Una irremediable atracción me hará volver, como cada verano, puede que alguna vez para quedarme. O puede que no vuelva nunca. Mejor no pensarlo. Por si os lo estabais preguntando, vuestro humilde narrador vuelve a estar bajo la locura de los exámenes, sin musa del agobio que le ampare, todavía. Voy haciendo más café...

Por cierto,se admite porra: 11 exámenes (dos de cuarto, cuatro de quinto, tres optativas y dos de libre configuración) en 14 días. Hagan juego señores...

Oigo incluso cómo ríen
las montañas

arriba y abajo de sus azules laderas
y abajo en el agua
los peces lloran
y toda el agua
son sus lágrimas.
oigo el agua
las noches que consumo bebiendo
y la tristeza se hace tan grande
que la oigo en mi reloj
se vuelve pomos en la cómoda
se vuelve papel sobre el suelo
se vuelve calzador
ticket de lavandería
se vuelve
humo de cigarrillo
escalando un templo de oscuras enredaderas...

poco importa

poco amor
o poca vida
no es tan malo

lo que cuenta
es observar las paredes
yo nací para eso

nací para robar rosas de las avenidas de la muerte.


Charles Bukovski
Poema

Incompatibilidades con el progreso

Esta semana estoy gafado con el mundillo informático. He de comunicaros la defunción de mi ametralladora de palabras, el ordenador con el que dí mis primeros pasos más allá del lápiz y el papel. La ferralla se despertó una buena mañana y ya no recordaba ni el explorer. Se fue, con dos años enteros de datos y archivos dentro (veremos si en la autopsia puedo recuperar el contenido de la unidad c, con mis fotos, un par de proyectos, muchos textos y mis últimos descubrimentos musicales).
No era el mejor, ni el más rápido, ni siquiera funcionaba del todo bien, pero creo que le saqué todo el rendimiento que pude a sus 4 gigas de memoria, su procesador pentium y sus 128 megas de RAM. Lo construí pieza a pieza, convirtiendo un triste despojo de oficina en una herramienta útil y entrañable. Fueron dos años grandes, ferralla.

Para continuar mi via crucix tecnológico, me puse a utilizar el ordenador que mi excasero (Juan, la culpa no es mía, apenas lo toqué) dejó tras de sí como un chucho en verano. Un trebello como el mío, quizá un poco mejor. Tras menos de una semana de uso cuidadoso, más por desconfianza en la máquina que por otra cosa, anteayer lo encendí y, sin más, explotó. Como suena, explotó, con su humo y su olor a rueda quemada. La cantidad de pelusas y mierda acumulada se incendió y petó el motor de la ventilación y parte del cableado. Segunda víctima de V en menos de una semana.

Ahora soy un internauta errante, que os escribe a salto de mata entre los portátiles de mis compañeros de piso que, por cierto, me miran raro cuando les pido que me dejen conectarme. Les disculpo, yo también creo que soy gafe. Y esta noche se ha confirmado. He intentado subir un par de fotos de mi difunta ferralla y Blogger me dice que ni se me ocurra, que hay fallos en la descarga de los archivos. Se habrá corrido la voz.

La única noticia más o menos positiva es que me he hecho con un dominio .tk, www.vdevarela.tk , desde el que podéis acceder a este humilde blog. La idea, como casi siempre, me la dió el incombustible Chico Desenfocado (las anginas, ya pasarán!!) .Si os apetece tener vuestro propio dominio gratuito ya sabeis, www.dot.tk. Fácil, cómodo y para toda la familia.

Menos mal que el gafe de vuestro humilde narrador no ha llegado al correo postal. Justo las palabras que necesitaba recibir, musa, las más inesperadas, las que se cuelan como agujas entre la piel, alcanzando el rincón más oculto, donde se esconde lo más privado, la fibra más genuína y pura de mis entrañas, la tortuga dentro del caparazón. Sólo tú, nadie más conoce el camino.

Firmado: V en el exilio telemático, a una semana de los exámenes y a dos de los 23 años.

Viaxe ao pretérito imperfecto


Me había prometido no dejar pasar otro verano sin volver al Atlántico, al océano que aún encierra parte e mis mejores recuerdos de infancia y adolescencia. Reconozco que tenía miedo. Miedo de que nada fuese como lo recordaba, miedo al retorno a una familia que apenas reconozco, miedo de un lugar que rehuyo incoscientemente desde hace casi tres años. Me armé de valor (sé bien a quién agradecerselo) y decidí huir en modo suicida: llegué a Pontevedra en la madruada del sábado para regresar a lo largo del domingo, apenas 36 horas.
Me alegro de haber podido afrontar lo que más temía y, pese a no ser una estancia especialmente agradable, he podido hacer lo que deseaba. Baño gélido en Silgar, cigarros en la terraza al rumor de la marea mientras la luna juega a reflejarse en la ría, reencuentro memorable con los viejos amigos estivales, borrachera graciosa y vuelta a casa casi intacto. Casi. La indiferencia rompe todas las burbujas antibalas.

Después de un viaje de vuelta protagonizado por el fuego (recordemos, el expolio es explotación) y nueve horas de trayecto infernal, me encuentro de vuelta en Madrid, enfrentado a la realidad de los exámenes (11 en 14 días) y a la ausencia ineludible. Ya sólo puedo agarrarme a la certeza de que me he hecho más fuerte y menos dependiente de lo que un día fue el núcleo referencial. De que no estoy tan solo como pretenden hacerme sentir. De que, en cuanto pueda, es necesario que empiece a soltar lastre para poder volar por mi cuenta. De que aquello que se empeñan en llamar familia, se hace día a día con aquellos que realmente saben darte cobijo hasta que pasa la tormenta.

De vuelta a la ciudad sin estrellas, no puedo evitar añorar la cadencia de las olas sobre la arena, ese sonido que devuelve al latido que me acuna cuando me quedo dormido abrazado a tu regazo.
"Os cazáis y os imitáis unos a otros, sin tregua, desvariados, medrosos como sombras sin sepulcro, os perseguís corriendo, miserable revoltijo."

Friedrich Hölderlin
Empédocles

Mañana os cuento mi reencuentro con el Atlántico, gélido y, a ratos, acogedor. Voltei, con saudades no peito e bágoas nos ollos núos que xa non ollarán cara atrás. Camiño sen retorno con sabor a terra queimada.

Maldita ciudad sórdida

Madrid es una enfermedad que se te cuela por las venas, con cada bocanada de aire viciado, hasta ahogarte, consumiéndote hasta convertirte en otro "gato" más con mirada metálica. Puedes verlo si miras a los ojos de la gente; la podredumbre avanza imparable, corroyendo cuanto hay de humano en los habitantes de este mundo anfibio, mezcla de intemperie desolada y subsuelo postatómico. Manadas de ciegos, autómatas, carne de cañón incapaz de ver como la mierda se aferra a sus tobillos. Al final, pasaron.

Madrid es la capital de la sordidez, Gran Vía es la joya de la corona. Durante el día, aparece infestada de rubicundos sajones anodinos, en busca del próximo palo que les alivie de su peso en dinero de presidentes muertos. Inquietos turistas que corretean cual cucarachas entre el abigarrado y apocalítico laberinto de obras, bares y vendedores ambulantes. Pintoresco país, a sus ojos; última rejilla del sumidero, a los míos. Lo más miserable aguarda agazapado a que el reloj de la Puerta del Sol dé la hora de las putas de saldo, mercaderes de falsa comida, policías que mascan chicle blanco, chulos de videoclip, modernos de ropas rotas, punkis de colegio de curas y miradas escualidas con venas consumidas por el dragón amarillo. Gran Vía a las doce de la noche grita a los cuatro vientos la llegada inexorable de la decadencia.

La arteria principal de la ciudad sin estrellas baja demasiado cargada de ponzoña. A sus lados se extiende el esqueleto deforme que se esconde tras las luces metálicas de Gran Vía. Leganitos, Tudescos, Montera, Fuencarral, geografía obtusa de la miseria humana ante quien ya no sabe verla. Paisajes faltos de luz y de belleza retratados en una fotografía de Sebastiâo Salgado.

Madrid hay veces que muerde, que acalla las gargantas de cinco millones de personas cansadas de poblar este demacrado pedazo de tierra yerma. Madrid calla y revientan los tímpanos del silencio cómplice. Madrid es la capital triste de un estado que prostituye la alegría como reclamo. Gran Vía, supuesto epicentro de Babilonia, es una calle sórdida que soñó con ser la Quinta Avenida y se despertó a la izquierda de la Calle Desengaño.

Madrid enferma. Nunca conseguiré odiarla. Le debo cinco años, mucha gente, noches, humo y un zurrón lleno de recuerdos. ¿Recuerdas a los Dire Straits en la estación a cualquier parte? ¿El traqueteo del ventilador? ¿Las meriendas en Almansa? A veces, la ciudad se sacude el plomo, llueve y entiendes otra vez el brillo de esa mirada.

Viviendo en un autobús

El significado de la palabra hogar es borroso. Cuando llevas un par de días sin ducharte, dormitando horas escasas entre trayecto y trayecto, preparándote para la próxima llegada provisional, lo que consideramos nuestro lugar se difumina, se convierte en una más de esas palabras vacías que ya sólo encierran un convencionalismo. He vuelto a la carretera, ¿se nota?

Ayer acariciaba la idea de volver a mi casa, a mi cama, mi ducha, mis comodidades, mi rutina fácil. Hoy echo en falta mucho de lo que he encontrado en este enésimo éxodo. La hospitalidad, el calor de una colchoneta en la casa rectoral, el contacto directo con el vacío entre la hierba y las estrellas, el sudor compartido, la fiesta en múltiples y variadas vertientes. Todo comenzó en un pasacalles popular y, doscientos kilómetros más tarde, terminó en macroconcierto punkarra (Askuarock´05, por cortesía del siempre providencial Teo). Entre medias, lo de siempre, material idóneo para la futura nostalgia que, con la venia del respetable, prefiero reservarme.

Alguna vez lo dije, el hogar auténtico es un espacio nómada que sólo reside en dónde pueda sentirlo, con quien pueda sentirlo. Me reafirmo. La pertenencia a un lugar, la nacionalidad, no tienen nada que ver con esto. Soy mi propio hogar, aunque necesite de alguien más para sentirlo.

Nos espera la larga travesía en el desierto, separados pero nunca lejos. Sigo siendo lo que te mantiene unida al suelo, por si la gravedad fallase...
"¿El pueblo pide una verdadera justicia? Pues haremos que se conforme con una un poco menos injusta. ¿Los trabajadores gritan basta ya de explotación? Pues procuraremos que sean un poco menos explotados, pero sobre todo, que no se avergüencen de serlo... ¿Quieren que desaparezcan las clases? Pues haremos que no haya tanta diferencia, o mejor, que no se note tanto. ¿Quieren la revolución? Pues les daremos reformas, los ahogaremos en reformas... mejor aún, en promesas de reformas que jamás les daremos.
(...)
Lo importante es convencer a la gente de que todo marcha sobre ruedas... Los Estados Unidos, un país realmente evolucionado, nadan en escándalos, engordan con ellos... matan a un presidente por ser poco conservador... en el asesinato están implicados nada menos que la CIA y el FBI... matan a unos veite testigos, la opinión pública está desolada, escandalizada... se investiga, la prensa y la televisión gritan, acusan, denuncian... y el resultado directo es que resultan elegidos primero Johnson y después, nada menos que Nixon.
(...)
El escándalo es un antídoto contra el peor de los venenos, la concienciación de la gente."
Dario Fo
Muerte accidental de un anarquista

Algo está a punto de pasar

Después de muchos años considerandome un outsider, la pieza del puzzle que no encaja en ningún lado, por fin he encontrado algo de lo que formar parte sin sentirme encerrado o fuera de lugar. Toda etiqueta es una mordaza con la que no estoy dispuesto a cargar. Por eso elegí la única que me permite no ceñirme a nada. Ha nacido el Anormalismo. Yo no estaba allí, pero me lo contaron. El que quiera comprender, que escuche.
En línea con el alma mater de esta nueva corriente contracorriente, El Chico Desenfocado, el Anormalismo ha tomado forma. Y yo he tomado partido. No ha sido una decisión difícil: ¿masa domesticada o individuo divergente?
Para enterados y/o interesados, el Manifiesto del Anormalismo: http://tragicomedio.blogspot.com
Seguiremos informando, con las manos manchadas de tinta...
"Una pota en cada altar,
una hoguera en cada iglesia"

Colecciono despedidas

Instantes fugaces en los que todo lo que te rodea pierde importancia, en los que un roce, un último beso, una mirada sedienta, se convierte en el centro de la existencia de sus protagonistas. Sólo existen ellos y la conciencia mutua del tiempo que huye. El espacio común creado por un abrazo, cerrado a los demás como un rito arcano que sólo para ellos tiene sentido.
Suena a obvio, pero odio las despedidas. Y a los Beatles. Y la mostaza. Y las risas en lata. Y el maldito proverbio japonés: "el ausente se marcha cada día".
P.D.: ¿La próxima vez que llegue me estarás esperando? Merece la pena comprobarlo.

Por su seguridad, abróchense las mordazas

Hay días en los que hay que replanteárselo todo para poder seguir adelante. Para poder mirar cada mañana a los ojos de la mentira y no sentir la nausea de lo maquiavélicamente edulcorado. Hay días en los que no sabes que ocurriría si la gente fuese realmente consciente de lo que pasa, en qué pasaría si tuvieras la valentía suficiente para afrontar la verdad y dejar de eludirla como si fuese un rincón sombrío de un lugar demasiado familiar al que es demasiado tarde para intentar volver.

Se ha hecho de noche, olvidaste el camino a casa y te esfuerzas en creer que no estás perdido. Pero la mentira se desconcha en sus grietas y puedes ver que, en el fondo, prefieres no mirar a través. Escogimos la venda y la mordaza. La verdad es demasiado jodida. Y nosotros, demasiado débiles para afrontar nuestra responsabilidad callada, ocultos en el centro del rebaño, un engranaje invisible más que tensa la cuerda. Hasta que se rompa, como terminan por romperse todas las vendas y las mordazas, y no tengamos otro remedio que mirar el fruto de nuestra opera magna. Como aprendices de brujo, arquearemos las cejas segundos antes de que nos estalle en la cara. Entonces ya estaremos definitivamente ciegos y sordos y mudos. Y muertos. Será demasiado tarde, pero seguiremos con la cabeza bajo la almohada repitíendonos que todo está bien.

Somos culpables. No es que no nos lo enseñen, es que preferimos no verlo. ¿Información libre? ¿Existe una sola mente libre que pueda plantarle cara? Yo no, desde luego no sin sentir nauseas. De lo que soy. De lo que somos todos. Con los puños metidos en los oídos para que el apocalipsis no nos despierte del sueño prefabricado. La lengua, cortada a mordiscos, para que no nos delate. Las cuencas de los ojos, cegadas con cera, para que una mano no sepa a quién estrangula la otra. Somos analfabetos funcionales, para no tener que darnos cuenta de quién somos cómplices. El culmen de la civilización tiene que taparse la nariz para no oler su propia podredumbre. La generación más avanzada no soporta mirarse a los ojos. Nosotros, encaramados a los hombros de gigantes, demasiado orgullosos y cobardes como para asumir que somos incapaces de afrontar la responsabilidad de tener en la punta de la lengua la solución al problema. Pero ya apenas hay lenguas afiladas. Sólo hay muñecos de trapo. Y ciegos que no quieren ver.

Sin embargo, la historia enseña que nada es peretuo, ninguna tregua, ninguna mentira, ningún imperio. Pronto la verdad gritará tan alto que no podremos eludirla. La libertad de información no es una reclamación, es la afirmación de lo inevitable. Al igual que el agua se abre paso inexorablemente entre la piedra, la verdad se filtra al igual que la luz través de la venda. No pido la libertad de expresión, por que es en su nombre en el que se aprientan las mordazas. No pido nada, sólo afirmo que algún día ya no quedará mentira lo suficientemente grande tras la que escondernos.

Última pregunta: ¿quedará alguien como Diego de León , capaz de empeñar su último aliento en gritar "fuego" a su propio pelotón de fusilamiento? Hay mierda en vez de sangre en nuestras venas plastificadas. Y queremos creer que nos da igual.

V en el país de la zurra


Una vez más, he hecho las maletas para huir de Madrid. Empieza a ser costumbre. Sin embargo, esta vez no ha sido un viaje en busca del relax. Esta vez iba en serio. Esta vez se trataba de la Pandorga. Después de haber dado cobijo en mi madriguera a tres aragonesas (que puede parecer una chorrada, pero tiene su peligro) durante tres días, en los que conseguí compaginar la resaca letal y levantarme a trabajar a las 8, el sábado partimos hacia Ciudad Real el grupo más variopinto que jamás acudió a estas fiestas, con japonés pintoresco incluído.

Una vez allí, todo comenzó a desfasarse. Tras soltar los bártulos, vestirnos con nuestras peores galas y disfrutar de una comida casera (con pisto al vodka incluído), fuimos conducidos a la fiesta más salvaje que he contemplado jamás, la Zurra. Un parque lleno hasta los topes de peña embrutecida (local y visitante, y ahí aportamos nuestro pequeño grano de arena), dedicada en exclusiva a preparar la famosa zurra (vino blanco, azucar, limón y vermouth) que, durante toda una tarde, los mozos y las mozas de Ciudad Real se dedican a arrojarse los unos a los otros y a beber algo de la pócima, si es que sobra. Poco más se puede decir.

En un ambiente de máxima cordialidad al calor de los efluvios de la "limoná", nadie pudo evitar terminar calado hasta los huesos, pegajoso y alacatreando a vinacho. Sé de unos cuantos (sé donde vivís, colegas) que se echaron unas buenas risas volcando el contenido de un barreño sobre vuestro humilde narrador. Nunca me había enfrentado a un grupo tan grande de gente al borde del éxtasis y la experiencia ha sido irrepetible. No recuerdo haberme reído tanto. Acabamos como en las noches memorables, en la piscina y con los primeros síntomas de resaca.

Este ha sido un viaje nuevo, diferente. Quizá haya sido por la conviviencia continuada con tanta fémina junta (memorables conversaciones sobre depilación, chicas!) o por la experiencia de ver bailar a un japonés poseído por una música que tan sólo sonaba en su cabeza (we love you, Mitzoushi), sin embargo, la conclusión es clara: el año que viene quiero volver a la Pandorga. La hospitalidad de nuestros anfitriones (tres o cuatro comidas al día de lujo, cama, piscina y ropa limpia, auténtico hotel cinco estrellas), el buen rollo de estarse lanzando litros de vino indiscriminadamente y sin ningún tipo de violencia, el césped abarrotado de gente a medio camino entre la resaca y el botellón en ciernes, la sensación de cruzarte con alguien del Chami cada dos metros,... ha sido más que impactante. Han sido sólo 28 horas en Ciudad Real, pero han cundido como 3 fines de semana en Madrid.

En el zurrón me llevo bastantes cosas: el pañuelo mítico, la pulsera conmemorativa a la moda, unos vaqueros rotos, 0 euros de saldo, las miradas que derriten el hielo, un colorcillo cercano al bronce en la piel y la sensación de haber vivido el mayor acto de catarsis fiestera imaginable. También me llevo a mucha gente a la que me está gustando conocer y con la que me he sentido muy a gusto, pese a conocernos desde hace muy poco. Sólo queda decidir un punto crucial: ¿próxima parada? San Pedro Manrique, Askuarock 2005 en tierras de Teo, puede llegar a ser muy grande...

Un pequeño pedazo de vacaciones

Acabo de volver de mi viaje y aún no me he repuesto. Puede que el hecho de haberme despertado en otro lugar, más acogedor, con olor a tierra húmeda, desayunos en la terraza rodeado de árboles, el sonido de fondo del arrullo de las palomas (ahora lo entiendo) y una casa llena de brazos abiertos tenga algo que ver. He pasado casi cinco días en un lugar idílico a orillas del río Gállego (nótese la velada coincidencia), donde he encontrado por fin una sensación casi olvidada: la paz interior, la sensación real de sentirme de vacaciones.
No creo que el hecho de no tener que cocinar ni trabajar o el de huir de Madrid haya influído. Estoy hablando de algo más personal, una sensación que sólo puede estar provocada por el clima interior, por las sensaciones que te puede transmitir un lugar o una gente. El hogar es un espacio nómada que reside sólo en dónde pueda sentirlo y eso, para mí, es un descubrimiento notable. Puede que sea gracias a tí, o a los tés aromáticos, a la piscina gigante, al corte de pelo, a la magdalena de Proust con sabor a judías verdes, al día que llovió y nos mojamos, al pastel ruso, a las charlas en la terraza bajo la luna amarilla o a los despertares furtivos. Estaba tan nervioso antes de llegar... Puede que sólo sea que los lomeros me recibieron con una sonrisa o que este viaje me haya dado la clave de tantas cosas, de mi admiración, de la necesidad de un cambio, de la clave del idealismo o del hecho de saber que lo he encontrado. ¿El qué? Estais preguntando demasiado...
He vuelto, atravesando el paisaje lunar. Pero cierro los ojos y, si me esfuerzo un poco, aún puedo sentirme en las nubes.
Como cierre, un último texto para los que, como a mí, sólo les espera una cama vacía y una almohada cargada de proyectos y preocupaciones:
"Vamos a Génova a divertirnos. A practicar sexo con el mundo.
A desnudarnos dentro de los bancos y a gritar que el horror
económico será derrotado por el calor de los cuerpos. Cuando nos
hayan acompañado a la salida, la duda les rondará durante días."
Wu Ming
Esta revolución no tiene rostro
Mañana volverá la mirada que me hace capaz de cambiarlo todo, de soñarlo todo. No espero que me entendais. Todos, no.

"Y entonces me hicieron prestar juramento en un libro en el cual ya nadie creía; (...) ustedes, señores militares, antes de llamrme "frívolo" o de endilgarme una alfa privativa, como en a-pátrida, a-moral, a-teo, golpéense mejor el pecho de tomadores de juramentos con todas sus fuerzas, hasta que les sobrevenga el bendito fin. Comparadas con las de ustedes mis manos son inmaculadas."

Arno Schmidt
La república de los sabios

Una vez más, huyo


Llamadme débil, pero necesito huir de esta ratonera otra vez. Ha sido una semana muy rara, sin sobresaltos, sin novedades, pero me siento extenuado. Toca emigrar otra vez, aunque sea un viaje fugaz, para poder encontrar lo que tan a menudo me pide el cuerpo. Un poco de calma, un poco de ajetreo, risas, locura, una compañía adecuada y ese perfume que acompaña los sueños de los que nunca querría despertar. Volveré cargado de historias y de esa melancolía pegajosa de los retornos solitarios a la rutina. Ya hablaremos...

Antes de que se me esqueza, o 25 de Xullo é o Día da Pátria Galega. Unha aperta moi forte os que o poidan disfrutar na nosa terra, sodes os brancos da miña envexa máis malsana.
UN ANO MÁIS DE CAMIÑO Á LIBERDADE
DENANTES MORTOS QUE ESCRAVOS


Algo funciona mal, acaso porque
xa non temos os anxos proteutores.

Algunha cousa morre nalgún sitio,
non sei onde, non sei como se chama
nin sei de que materia está composta
a luz que identifica os outos muros
no derradeiro intre, acaso porque
xa non temos os anxos proteutores.

Algo funciona mal. En todas partes
transmiten telegramas, dan informes,
escriben longas nóminas,
pintan cruces de sangue, acaso porque
xa non temos os anxos proteutores.

Algunha cousa morre. Todos vemos
invasores durmindo sobre os mortos.
Pasan carros de ferro, e os soldados
saúdan e surríen, nada saben.
Salouca unha muller tras dunha fiestra,
e o povo fita e cala, acaso porque
xa non temos os anxos proteutores.

Alguén fesfolla escuras caliveras
do sí e do non da morte na amencida.
Si dubidas pon sí, pois todos saben
que naide é inocente nesta guerra
que nos foi decrarada, acaso porque
xa non temos os anxos proteutores.

Celso Emilio Ferreiro
Onde o mundo se chama Celanova

Descubrimientos de un montaraz en la urbe

Acabo de descubrir algo que me ha devuelto por un momento a mi infancia: en mi calle, la novísima Calle Mozart, hay grillos. No es que viva en pleno asfalto -al norte, el Parque del Oeste (aunque suene a broma); al sur, la Casa de Campo; al este, los Jardines del Palacio Real; al oeste, el Parque de la Bombilla-, pero no deja de ser sorprendente el hecho de disfrutar de un resquicio de vida salvaje en plena urbe.

Reencontarme con los grillos me ha devuelto de golpe a mis noches de verano en Ourense, sentado en el cesped de mi vieja casa con mi familia, intentando eludir el calor (nadie me cree cuando digo que en la vella Auria alanzamos los 40 grados cada verano), mientras los grillos interpretaban su aria antediluviana, el perro jugaba a cazar topos y mi abuelo desgranaba historias de esas que se cuentan cuando hace mucho frío o mucho calor para hacer nada. Creí haberlo perdido todo hace tiempo: la casa se malvendió, al perro lo sacrificamos para ahorrarle una larga enfermedad y a mi abuelo hace dos años que le llevo flores cada 28 de septiembre. De pronto, los grillos me han devuelto ese recuerdo que se perdió en estos cinco años de exilio madrileño... y no sé si hubiese preferido ahorrármelo, pero tengo que hacer frente a que, a partir de ahora, esta música no volverá a ser un simple cri-cri inocuo. Otro placer amargo para mi zurrón.

Termino con una confesión: cada día que paso en esta ciudad sin estrellas, me vuelvo más extranjero.

Foto de la semana: éxodo fugaz a Zaragoza

Últimamente sólo os escribo sobre mis "paréntesis" de la vida real, pero la verdad es que no creo que haya motivo de queja, el resto de mi vida carece de interés y se resume en pocas palabras: curro poco y a gusto, hace mucho calor y estoy sin un duro.
En esta pequeña huida, he descubierto un oasis oculto casi en pleno desierto aragonés. Un viaje lleno de escenarios y personajes: la cerveza Ámbar (no es Estrella Galicia, pero está golosa), el Birosta, el cierzo, La Republicana, el helado de Aldo, los rockabillies, la venta piramidal, el rapado que me aconsejó cuidarla (có!), las mil y una despedidas de solter@, el providencial bus 30, el Jardín del Temple y mi paraíso privado con crepes bretonas y olor a canela. No hay mejor forma de conocer una ciudad que a través de otros ojos, de otros pasados y otros recuerdos que hacer tuyos.
Repetiré...

"nos mentimos, nos adulamos tan explícitamente, que cualquier verdad nos provoca siempre un tremendo escozor, nos saca fuera del tiempo y del clima en el que sin pena ni gloria vegetamos."

Mario Benedetti
Quién de nosotros

Cuatro días en las nubes

Podeis reprochármelo abiertamente. Esta última semana he estado algo ausente del país de los placeres amargos; ya sabeis que, a veces, huyo a latitudes más benignas en compañía de mi musa del agobio, visitante impenitente empeñada en alegrarme este verano abocado al desastre. Julio se ha cobrado 7 nuevas víctimas entre mis exámenes y serán 11 las asignaturas que se interponen entre la licenciatura y yo. Septiembre decidirá ... y hasta entonces toca sufrir. Sin embargo, hay quien consigue arrancarme de la realidad durante cuatro días, compartiendo conmigo ese limbo mágico y fugaz que se cierne en nuestra mutua compañía. Nunca he sabido explicarme... ahora el que dispara es Pier Paolo Pasolini:

"El infierno de los vivos no es algo por venir;
hay uno, el que ya existe aquí,
el infierno que habitamos todos los días,
que formamos estando juntos.
Hay dos maneras de no sufrirlo.
La primera es fácil para muchos:
aceptar el infierno
y volverse parte de él
hasta el punto de dejar de verlo.
La segunda es arriesgada y exige
atención y aprendizaje continuos:
buscar y saber quién,
en medio del infierno, no es parte de él,
y hacer que dure y dejarle espacio."
" Lo único libre son los precios. En nuestras tierras Adam Smith necesita a Mussolini. Libertad de inversiones, libertad de precios, libertad de cambios: cuanto más libres andan los negocios, más presa está la gente. La prosperidad de pocos maldice a todos los demás. ¿Quién conoce una riqueza que sea inocente? En tiempos de crisis, ¿no se vuleven consevadores los liberales y fascistas los conservadores? ¿Al servicio de quiénes cumplen su tarea los asesinos de personas y países?"
Eduardo Galeano
Días de amor y de guerra

Llaman a la puerta

Suena el timbre y, de repente, lo que en principio era un día destinado a pasar sin pena ni gloria entre tantos otros, se convierte en la mejor sorpresa que nunca has recibido. En el ángulo muerto de la mirilla se esconde lo único que realmente te apetece esperar. La sorpresa te deja boqueabierto y desconcertado, no te puede estar sucediendo a tí, justo hoy que parecía que nada iba a ser diferente ni mejor que ayer. El cartero inesperado ha dejado en tu umbral el abrazo que llevas pidiendo a gritos desde hace mucho. Ayer, con la decepción y la soledad a cuestas, hubieses hecho lo que fuese por tenerlo y hoy, sin más, está en el rellano, esperando a que abras con esa cara que merece 7 horas de viaje.
Lo demás queda oculto tras la puerta cerrada.
Siguen sonando los Dire Straits en la estación a cualquier parte, mientras vuelves a casa preguntándote por qué de golpe las cosas buenas han empezado a llegar a tu nombre. Te sorprendes silbando... sonriéndole a la ciudad que vuelve del tajo con el ceño fruncido, enterrándose en la impersonalidad del Metro. Tú no, hoy no eres como ellos, hoy sonríes, destacando como un garbanzo negro entre sus caras de perro. El verano promete, y no ha hecho más que empezar...
¿Volverás a llamar a mi puerta?

Fin de semana en tierras de Machado

Reconozco que últimamente me he ausentado más de lo habitual del país de los placeres amargos. El motivo está más que justificado. Me he pasado el fin de semana en Sanjuanes de Soria, en una de las fiestas populares más salvajes en las que haya tomado parte. Botas de vino dulce, sanjuaneras, charangas y una idílica sensación de buen rollo generalizado. Lo recomiendo a cualquiera que se atreva, aunque es recomendable tener un guía nativo (Gus y Teo, anfitriones enormes) y muy poco aprecio a la salud propia.
En esas tierras de paisaje árido es fácil ponerse en la piel del poeta y afirmar lo poco que recuerdan los campos de horizonte inabarcable al viejo y ajado esplendor de lo que un día fue Castilla. Qué suerte poder contar con una Leonor a la altura de las circunstancias, con la que descubrir la ciudad entrañable por excelencia y con la que recorrer los 360º del refugio más acogedor de toda Soria.

P.D.: ¿Recuerdas los fuegos de artificio?

Foto do século: a comer merda, don Manuel!


Non fixen aínda nengunha mención á derrota popular na pátria. Despois de caseque seis séculos de opresión política, lingüistica e económica, da fame, da migrazón, do auto-odio imposto dende fóra, a direita perdeu o poder na Galiza, pese a que as súas redes clientelares semellaban estar tan ben trabadas coma sempre.. Desta vez, non se foron eles, botámolos nós!
Case parafraseando o cacique maior de Ourense, Baltar, "si eres del PP, jódete". Comeza unha etapa diferente, onde a bucólica imaxe da Galiza atrasada e pailana vense abaixo cada vez maís. Mentres a camarilla rancia de sempre xa compara o noso pequeno Quin cun mestre do bufonismo como Carod-Rovira, eu non deixo de cismar: ¿tanto medo nos teñen?

Recuerdos de una fiesta...


Se cumple un mes de nuestro particular viaje por la blogsfera. Aunque esta semana lo haya tenido algo descudiado (por fin terminé mis exámenes y parece que se va disipando la neblina existencial), este rincón de voces discordantes sigue abierto, preparado para dar testimonio de otra nueva etapa del via crucis: 2005, Tercer Verano de Martirio en la Ciudad sin Estrelas. V no se va de vacaciones, .. un año más. Y me quedo, manteniendo mi posición en la barricada, con más artillería verbal, más aforismos, más fotos, más discordia, más idas de olla... si aquí no llueve, habrá que traer la lluvia a gritos! Os invito a compartir un verano decisivo. ¿Acabaré la carrera en septiembre? ¿Conseguiré curro? ¿Encontraré una dirección para la bala perdida? Seguiremos informando...

Os dejo con una cita que me regalaron hace poco (muchas gracias, camarada!):

POR TODOS NUESTROS MUERTOS,
NI UN MINUTO DE SILENCIO.
TODA UNA VIDA DE LUCHA.

No llamen a mi puerta

Hoy no tengo ganas de gritar, como de costumbre, tengo ganas de callarme, sentarme en una esquina y hacerme un ovillo de pena, odio y amargura. He descubierto que no sirvo para este mundo de mierda en el que, a menudo, todo se alía para zancadillearte y, cuando ya estás en el suelo, hundirte la cara en el barro. Nada sale bien cuando existe una sola posibilidad de que sea nefasto.
Lo siento. Digo basta, no quiero seguir adelante como si nada hubiese pasado ni revolcarme en la compasión. No quiero nada. Sólo silencio y poder sentirme solo y a disgusto. Estoy harto de recorrerme las calles de esta ciudad triste y mezquina buscando respuestas. Harto de que me afecte tanto lo que no es mío. Harto de recibir silencio, ni siquiera gritos ni portazos.Harto de buscar en los demás lo que no encontraré jamás en nadie. Harto de darme cuenta de que, en el fondo, sólo soy uno más, tan gris y desagradable como el resto del rebaño. Harto de sentirme vacío, eso es, V de Vacío.
Necesito una patera para huir del país de los placeres amargos.

V vuelve a acariciar las ondas herzianas. Desde el 1 de julio y hasta el 31 de agosto (o de septiembre, que todo es negociable) voy a trabajar en Mundo Solidario, un programa de Radio Exterior de Radio Nacional de España dedicado a las ONG's y la cooperación internacional. Se emite de lunes a domingo a las 11 de la mañana en emisión abierta a todo el mundo, así que los que viajéis por Europa u os vayais de Erasmus podreis escucharme si os apetece. Desde España se puede sintonizar también, pero sólo por Internet desde la página web de Radio Exterior, www.rtve.es/rne/ree/index.htm.
Desde la procelosa mar de las ondas ondas herzianas, extendiendo la locura a toda la galaxia y parte del extrenjero!!! Eso sí, sin cobrar ni un céntimo y pringado en Madrid todo el verano, como de costumbre. Recordad, necesito vuestro apoyo frente a la demencia y el aburrimiento.

Vuelven los cuervos a arrasar las calles


Después de manchar sus templos con las cruces en memoria de "sus" caídos, de condenarse bendiciendo la barbarie, de pastorear a sus fieles con pistola en el cinto, de saludar al general con los brazos en alto y la sotana nueva... Es la primera vez en la historia de esta democracia en que los obispos salen a la calle a manifestarse. Con la cantidad de cosas q han pasado en este país: no salieron por el 23-F, ni por las matanzas de Atocha y Vitoria, ni contra ETA, ni por el 11-M,... salen justo ahora, llamados por el viejo poder que nunca cambia de manos, para manifestarse contra los derechos de otro colectivo. Vuelve el clero a las calles, flanquedo por sus viejos amigos (incluida la vieja Falange), aunque esta vez no haya ardido una sola de sus iglesias. Puede que sea la hora...

El líder del PP de Ourense emplaza a sus alcaldes a que "roben los votos a quien sea"

"Hay personas que tienen influencia y la utilizan en época electoral, pero en realidad aquí no hay caciques ( Galicia ), sino personas de prestigio que están en la opción que yo defiendo, verdaderos líderes de opinión"
(Dixit Mariano Rajoy 14-11-85).

El presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar, reunió a sus alcaldes en la noche del pasado jueves, poco antes del inicio de la campaña electoral, para exhortarles a "buscar los votos donde sea, convencer a quien sea y robárselos a ellos o a quien sea". Baltar entregó a los 92 regidores que tiene el PP en la provincia una ficha en la que figura el número exacto de sufragios que les exige que consigan en las elecciones del próximo 19 de junio. Para la provincia completa, el cálculo del presidente del PP de Ourense es que su candidatura pueda recaudar 144.100 votos.

Baltar, presidente de la Diputación Provincial de Ourense, que hace unos meses amenazó con abandonar el partido si la dirección nacional no respetaba su cuota territorial, está empeñado en batir el próximo 19 de junio sus poco frecuentes marcas electorales. No lo va a tener fácil. Desde 1993, en todos los comicios autonómicos ha superado ampliamente el 50%, una cota de la que no bajó siquiera en las generales de 2004, en las que el PP sufrió un fuerte retroceso en las ciudades gallegas. En las últimas autonómicas, Baltar se acercó al 55%.

Antes del comienzo de la campaña, tras un acto de presentación del programa electoral del PP al que asistió el vicepresidente primero de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, el líder de los populares de Ourense llamó a capítulo a sus alcaldes. "Podemos y somos capaces de conseguir más votos", les arengó Baltar. "Si teníamos 104.000, tenemos que conseguir 105.000. Si teníamos 118.000, hay que conseguir 119.000", reclamó.

Tras entregar a los regidores una ficha individualizada con el rendimiento electoral que se les exige, Baltar advirtió de que no tolerará excusas. "No me valen las disculpas de los votantes que murieron. Eso había que arreglarlo antes", explicó Baltar, quien aludió a la necesidad de reclutar para el partido apoyos de la gente joven antes de que lleguen los periodos electorales. Y a continuación espetó: "El que no hubiese hecho ese trabajito durante ese tiempo ahora tiene que arreglárselas para buscar los votos donde sea, convencer a quien sea y robárselos a ellos o a quien sea para conseguir los votos que tenemos que conseguir".

Sin la crudeza en la expresión de Baltar, los dirigentes del PP han comenzado la campaña animando a los suyos a multiplicarse en la búsqueda de apoyos. El candidato del PP a la Xunta, Manuel Fraga, advirtió ayer en un acto en Negreira (A Coruña), de que "no se puede desperdiciar ni un voto". "La obra de Galicia hay que hacerla con votos. Y 10 son el doble que cinco, y cinco son más que uno", enfatizó Fraga.

Fraga compartió ayer con Baltar el acto central de su primer día de campaña, un mitin en Xinzo de Limia (Ourense), uno de los feudos del presidente de la Diputación, en el que se reunieron más de 2.000 personas. El mitin se abrió con una consigna lanzada por megafonía que el público coreó: "¡Vamos a ganar! ¡Vamos a ganar!". En su intervención, Baltar admitió que había dicho a sus alcaldes: "Si no los tienes [los votos], róbalos". Pero el líder del PP de Ourense dio a entender que se le había malinterpretado: "Me quieren meter en Chirona por eso. No saben ni entender el lenguaje, por eso no entienden a los gallegos. En Ourense les vamos a dar una paliza de la que se van a acordar".

Los llamamientos a vencer a las encuestas son el mensaje más insistente de la dirección del PP. Ayer, se conoció un sondeo del Instituto Opina para la cadena SER, que apunta a que Fraga perderá la mayoría absoluta. Éste no quiso comentar la encuesta porque, dijo, la SER es "un medio hostil".

El PSdeG traslada a la Junta Electoral las palabras de Baltar

La frase de José Luis Baltar sobre el "robo" de votos llevó ayer a Emilio Pérez Touriño, el candidato socialista, a pedirle que "recupere la calma" y a trasladar sus declaraciones a la Junta Electoral de Galicia por si pudieran ser objeto de un delito electoral. "Están nerviosos, están perdiendo las formas. Nos llaman locos, payasos. Están descalificando a los que no piensan como ellos. Y ahora esto. Ya que los dirigentes del PP no controlan lo que piensan, al menos podrían controlar lo que dicen. Porque no se puede pretender ganar a cualquier precio".

Touriño se mostró convencido de que los gallegos sabrán luchar contra quienes quieren controlar sus decisiones. "La ciudadanía madura no se va a dejar amedrentar. El voto será un castigo contra la intolerancia del PP. No se puede pretender ganar a cualquier precio. Que se comporten, que respeten. Nosotros haremos una campaña limpia, serena y tranquila", clamó el candidato en un mitin en Camariñas (A Coruña).

El secretario general del PSdeG, Ricardo Varela, se mostró convencido, después de las declaraciones de Baltar, de que los gallegos "no se van a dejar robar estas elecciones". Para Varela, el PP "ha desvelado su verdadera cara y su estrategia en los últimos 16 años". Varela exigió a Fraga que, si quiere demostrar que no comparte esta idea de Baltar, le pida su dimisión inmediata como presidente del PP de Ourense y que, además, reúna de nuevo a los alcaldes para rectificar sus palabras y pedirles que permitan el voto libre de todos los gallegos.

"Un producto de Fraga"

"Son prácticas que no nos sorprenden", declaró el candidato del Bloque Nacionalista Galego, Anxo Quintana, quien considera a José Luis Baltar "un producto de Fraga". El cabeza de lista del BNG acusó al presidente de la Xunta de "apadrinar la corrupción" y aspirar a perpetuar en esta época "prácticas de la Galicia del siglo XIX". Haciendo un juego con el lema de los populares, Quintana dijo que el eslogan del PP significa "más corrupción para el país de los baltares y los cacharros", en alusión a los dos barones provinciales de más peso del PP, los presidentes de las Diputaciones de Ourense y Lugo, José Luis Baltar y Francisco Cacharro Pardo.

Fuentes de la dirección de la campaña del BNG acusaron ayer al PP de "confundir" el partido con las instituciones, lo que identificaron como la causa de la "corrupción estructural" del PP. Los populares, agregaron, "usan las instituciones públicas como un coto privado" y otorgan a los ciudadanos "el tratamiento de súbditos"

Publicado en El País. 04.06.05


O domingo dezanove decidese o nome do novo Virrey do Noroeste. Lembremos o pasado e papeleta en mán, barrámolo lixo de volta o leste do Padornelo. Hai que botalos, desta son eles ou nós.
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