Bittersweet Simphony


Como un juguete despreciado que no puede cambiar, que no sabe cómo evitar ser descartado una y otra vez, cómo si todo lo que falta fuese un constante dejà vu. Con el alma manchada por colores indelebles y mil metáforas amargas atascadas en la garganta. Reo condenado a no poder esperar nada nuevo, a no poder mudar de piel porque no hay nada debajo más que rabia y entrañas.


No change, I can´t change, I can´t change,
but I´m here in my mold
and I´m a million different people
from one day to the next.
I can´t change my mold,
no, no, no
> Stray Cat Blues, The Rolling Stones
> A cross for cain, Hellacopters
> What your are, Audioslave
> Hard time Killing Floor Blues, Chris Thomas King
> Kualkier día, Piperrak
> Sister Luck, The Black Crowes
> Hell hound on my trail, Robert Johnson
> Learn to fly, Foo Fighters
> Desertor, Lamatumbá
> Big Empty, Stone Temple Pilots
> Freedom, Rage Against The Machine
> Ellos dicen mierda, La Polla Records
> Sweet Virginia, The Rolling Stones

Empieza a ser una pauta que cada noviembre mi vida dé todos los tumbos posibles. La gente, los empleos, los proyectos, todos se tuercen y mutan a su voluntad al llegar el maldito mes once. Empiezo a hartarme de reconstruir este rompecabezas y de recomendar canciones para salir del paso. A V se le jodió el plan... y ahora tiene que inventarse otro.

Vivamos como galegos

Vale que sexa só unha campaña de publicidade dun super, pero a mín case que se me saí unha bágoa. Aí vai un pequeno anaco da nosa morriña secular, a da nova xeración de migrantes, perdidos no tren subterráneo da metrópole.


Ei carballeira!!

Negar la mayor


Ya lo sabrán por los medios: Jaime Mayor Oreja, europarlamentario del Partido Popular y como tal representante del Estado Español ante la Unión, es un fascista confeso y, además recalcitrante. El pasado domingo, Oreja, ministro de Interior en el Aznarquía, declaró sin rubor en una entrevista con Enrique Clemente, de La Voz de Galicia:

"Enrique Clemente: ¿Por qué le cuesta tanto al PP condenar el franquismo?

Jaime Mayor Oreja: Porque eso forma parte de la historia de España. Yo no lo he condenado, yo elogio y alabo la transición democrática. ¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector muy amplio de españoles?

EC: Por esa misma lógica, tampoco condenará el nazismo o el estalinismo, porque muchos alemanes y soviéticos los apoyaron.

JMO: En la guerra hubo dos bandos y en el nazismo solo uno.

EC: En el franquismo solo hubo un bando que reprimía.

JMO: También hubo dos, porque el franquismo fue la consecuencia de una Guerra Civil en la que hubo dos bandos. No es lo mismo que el régimen nazi, donde había un solo verdugo.

EC: Entonces, dejando al margen la Ley de la Memoria Histórica, ¿no considera pertinente condenar el franquismo?

JMO: No, por muchas razones. ¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo si hubo muchas familias que lo vivieron con naturalidad y normalidad? En mi tierra vasca hubo unos mitos infinitos. Fue mucho peor la guerra que el franquismo. Algunos dicen que las persecuciones en los pueblos vascos fueron terribles, pero no debieron serlo tanto cuando todos los guardias civiles gallegos pedían ir al País Vasco. Era una situación de extraordinaria placidez."


Tras estas acertadas declaraciones, sucedió el clásico guión descrito en el manual interno del PP "Cómo tapar las salidas de tono de líderes nazionales": la prensa se hace eco del escándalo, Zaplana avala (hoy mismo contuvo la risa mientras afirmaba el inmaculado carácter demócrata de Oreja) y Acebes reinterpreta (según él, el eurodiputado "liberal" se refería a que la Ley divide a los españoles). Y a tirar millas. Nada de exigirle una rectificación, ni retirarle el acta del Parlamento Europeo, ni condenar el franquismo. Jamás. Ni el juez del Olmo ni Grande Marlaska le han citado a declarar por delitos de negación de la Historia. Nada.


Ser fascista y reírse de la democracia es gratis, ser republicano y reírse del Rey, puede costar de seis meses a dos años de cárcel por delito de injurias a la Corona. En la democracia española, ser un cerdo con camisa azul no tiene precio político. El hombre que negoció con ETA en 1998 y hoy denuncia que el gobierno se rinde por repetir su gesto; el hombre que usó al cuerpo de antidisturbios como su ejercito privado; el hombre que tiene la desvergüenza de llamarse víctima. Este hombre, porque la humanidad a cualquiera se le supone, es un fascista. Y no es el único. Sus amigos, los que nos gobernaron de 1996 a 2004 y ahora asumen una oposición guerracivilista, también lo son. Niegan la mayor ignominia que ha vivido este país y que gente como ellos ayudó a que durase cuarenta años. Niegan la mayor y descubren su vergüenza.

Stray cat mood


Y a tercer día, regresé. Los coches rondan sus raíles, diluyendo su ruido y sus luces en el anochecer irreversible del otoño a las puertas. Un vagabundo rebusca en mi basura mientras, cinco pisos por encima y con la mente flotando entre nubes, observo el devenir desde mi acantilado personal. Los ojos, en la fina línea que separa un punto del inmediatamente consecutivo muchos metros más abajo. V de vértigo, v de dulce vitriolo venenoso, v de viene la vida a trastocar su mórbido ir y venir de rutinas y entretiempos. Con un pié aquí y el otro… firmemente en cualquier otro sitio, de momento. Encaramado a mi balcón, con la mirada vagabundeando la calle, Stray Cat Blues de fondo y un nudo de humo en el pecho.

"You better come on
in my kitchen
It´s going to be rainin' outdoors"

Oda ó mísil terra-aire

Na miña casa, pola noite, xa van tres días seguidos que se escoita o ruxido dos avións en voo rasante. Rasante demais, persistente demais. Neste intre, os seus motores rachan o ceo sobre a miña cabeza e as de milleiros de habitantes do centro de Madrid que compartimos o desacougo de vivir preto demais do Paseo do Prado como para seren despertados polos ensaios das acrobacias aéreas da súa Fiesta Patria. Bandeiras descomunais vencedoras de tódalas liortas, tralas que agochar a historia, tentando esparexer o esquecemento e mailo expolio. Por eso non estarei eiquí para asistir o seu festexo, na súa capital coronada de victorias cativas e amarguras cotiás. Que se aforren o seu sacar peito a máis gloria do seu orgullo nacional, da súa enorme patria que a todos invade, que todo o afoga. Que se aforren a súa vulgar exhibición de máquinas de matar. Na miña casa, pola noite, non quero xoldra no meu faiado. Na miña casa, pola noite, durme o seu sono unha razón ácrata.

top