فتنة Fitna

Muntazer Al Zaidi ha sido condenado ayer por un tribunal criminal a tres años de cárcel por ofensa a un jefe de Estado. Al Zaidi fue juzgado como un criminal por haberle lanzado dos zapatos y algún improperio al causante de la masacre contínua que vive Iraq. Se negó reiteradamente a disculparse ante George Bush y su gobierno títere y no dudaron en castigarle por ello. Fue torturado y amenazado tras su detención, gracias a esa democracia tan peculiar que han traído los americanos. Pero no consiguieron que se declarase culpable. Al escuchar la sentencia, su "viva Iraq" a voz en grito puso de nuevo en pié a muchos compatriotas hartos de la guerra. Hartos de la dictadura de Saddam, de la ocupación militar extranjera, de la guerra civil entre suníes y chiíes y de un estado colaboracionista dispuesto a ver morir a un millón de los suyos sin mover un dedo. Dispuesto a entregar a un iraquí para aplacar la ira de sus amos. Aún así, el periodista de 27 años del canal Al Baghdadiya tendrá que agradecer que el autoproclamado tribunal no le haya aplicado la pena máxima por agresión, que le hubiese confinado durante quince años en un infierno de la ralea de Abu Ghraib.


Todo por borrar con un zapatazo la sonrisa hipócrita del responsable del caos en su país, primero financiando al dictador, luego destronándolo a tiros. La libertad de exigir responsabilidades a los mandatarios puede costar tres años de cárcel en Iraq. O un tiro en la nuca en Rusia, Colombia o Marruecos. La libertad de expresión está proscrita, para que nadie pueda llamar asesino al asesino y la verdad se desvanezca en eufemismos culpables. Puede que a George Bush le den algún día el Nobel de la Paz. O incluso al consigliere del consorcio familiar Bush-Carlyle, Frank Carlucci. Henry Kissinger lo ganó con la sangre de Allende y de miles de vietnamitas en sus manos. Qué importa otro millón de muertos en el avispero de Medio Oriente. Todo es posible, excepto que la dignidad reveladora de Al Zaidi pueda sacarle de la cárcel. Y a nosotros con él.

1 divagando:

BeN-HuR VaLDéS LLaMa disse...

Quizás la forma de expresar su odio no fué la más educada, o la más madura [...] pero, ¿qué quieren? yo seguramente le hubiera arrojado la camara [...]

Como periodista en potencia y futura profesional /en junio esperemos que sea así/ me solidarizo con el y con todos los periodistas que día a día arriesgan sus vidas /en muchos sentidos/ por hacer llegar la información a mandamases que engordan sus rechonchos culos en algun butacon de terciopelo [...]


[...] y es ahora y aquí, en este mundo caótico, sin contenido y con muchos contienetes desestructurado,sin democrácia y respeto, lleno de vagos intolerantes y guerras sin fin [...] cuando más amo mi profesión.

Qué ya lo dijo García Marquez y humildemente lo re.afirmo; La profesión más bonita del mundo .

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