Domingo de penitencias varias

Ayer, entre otros desastres, murió Pepe Rubianes. Padre del monólogo cómico moderno, actor y autor de teatro moderno en Dagoll Dagom y Els Joglars, hedonista genial y aútentico Makinavaja, en palabras del gran Ivá -y que se joda Pajares-. Nunca olvidaré verle en directo en el teatro, solo ante el público, capaz de hipnotizarnos con su humor ácido y contagioso. También tengo grabada aquella serie de domingos en La2, en el bar del Pirata, con Rubianes calzando el tupé y la faca, acompañado por el Popeye, el Moromielda y el Abuelo. No me había dado cuenta, pero había olvidado al genial abuelo del Maki. Qué grande aquel actor ancianísimo y su voz cascada con aquel inconfundible deje catalán. Hoy, el cómico casi inmortal Llàtzer Escarceller ha tenido que asistir a sus 94 años al funeral civil de su hijo ficticio. Y lo hizo por su propio pié, para, en sus propias palabras, rendir homenaje a uno de los mejores cómicos de la historia. Un galego emigrado dende Vilagarcía, para máis señas.


Ayer, entre otros desastres, murió Pepe Rubianes. Algunos se empeñarán en recordarle por haberse cagado en España. "La puta España rancia con la que llevan tocando los cojones desde que nací". No eran las palabras de un separatista catalán contra el ocupante extranjero, sino las palabras de un charnego galego que se ganó la vida trabajando en castellano sin que nadie en su patria de adopción le pusiese ningún problema. No necesitaba que nadie defendiese su españolidad ante el malvado catalán, Pepe se bastaba y se sobraba solo. Por eso, se lo soltó a la cara y lo llevaron a los juzgados. No pudieron condenarle por ser libre para decir lo que de verdad pensaba. Que algunos estamos hartos de que sigan sacando en procesión, aún después de muerta, a esa España vieja de camisa azul, cortijo y mantilla, esa para la que van a expropiar Las Vistillas de Madrid para construir su minivaticano y que cada mañana llama desde el púlpito a una nueva guerra civil. Mirad al cielo, roban el suelo para su Ciudad de la Iglesia. Esa es su puta España. La otra, la de verdad, está viva y de luto por uno de sus mejores cómicos.


Ayer, entre otros desastres, murió Pepe Rubianes. Sus cenizas reposarán entre Kenia y Cuba. Las mías, entre los vasos de plástico del salón y las botellas vacías de la cocina. Menos mal que ya es lunes y las secuelas del carnaval atrasado se han ido mitigando. Tengo una semana nuevecita para llenarla de notas y tachones, un viaje relámpago en ciernes y una nueva musa que no tiene miedo de coger un rifle para defender a los tigres tamiles. Sigo volando como los aviones de papel, esquivando la puntería de los francotiradores y la certeza de que volveré a estrellarme. All I wanna do is bang, bang, bang...


1 divagando:

J. R. Bizarro disse...

Conocía a M.I.A. pero no este tema, qué bueno! y al margen de la artista pero relacionado con la canción, te recomiendo que veas -si no lo has hecho ya, que es probable- 'El señor de la guerra', con Nicholas Cage. Buenísima crítica al neocio armamentístico global.

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