Vacío

Un segundo más tarde, cuando ya estaba en brazos del vacío, notó el calor ausente de la mano que acababa de desprenderse de la suya. Miró hacia atrás, hacia arriba, buscando sus ojos. La encontró, todavía al borde de la azotea, tan bella, tan ausente como siempre. Juntos, volaremos juntos. Lo comprendió todo, una fracción de segundo antes de estrellarse contra el asfalto. Sonrió, miró hacia lo inevitable y dejó que sus ojos se invadieran por la creciente enormidad del suelo.

Un segundo más tarde, sólo un borrón sobre el pavimento. Nunca setenta kilos de vacío han hecho tanto ruído. Ocho pisos por encima, la belleza ausente acababa de entender el porqué de su sonrisa. Tras el estupor de la promesa rota, la certeza ensordecedora. Ella había muerto dentro de él, un instante antes de abrazar el suelo. Murió al soltarse de su mano, murió mientras ambos se miraban, separados por un abismo, entre la inercia y la gravedad. Entonces supo que nunca volvería a estar sola.

5 divagando:

T. disse...

No sé si es por mi condición inevitablemente trágica, pero me encanta.

kay disse...

vaya foto... la q pones y la que cuentas y cómo lo haces...

Kepa disse...

El de la foto, el que salta, no será por casualidad Yves Klein? es que le pega que esea él

EL texto me ha encantado

V disse...

El de la foto creo que es Yves Klein, aunque reconozco que no sabía quien era cuando la colgué. Me alegro que os guste, hacía mucho que no me daba por narrar.

Anónimo disse...

Una vez me contaron algunos cuentos sobre esta fotografía. El tuyo es de los más hermosos.

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