Un segundo más tarde, sólo un borrón sobre el pavimento. Nunca setenta kilos de vacío han hecho tanto ruído. Ocho pisos por encima, la belleza ausente acababa de entender el porqué de su sonrisa. Tras el estupor de la promesa rota, la certeza ensordecedora. Ella había muerto dentro de él, un instante antes de abrazar el suelo. Murió al soltarse de su mano, murió mientras ambos se miraban, separados por un abismo, entre la inercia y la gravedad. Entonces supo que nunca volvería a estar sola.



5 divagando:
No sé si es por mi condición inevitablemente trágica, pero me encanta.
vaya foto... la q pones y la que cuentas y cómo lo haces...
El de la foto, el que salta, no será por casualidad Yves Klein? es que le pega que esea él
EL texto me ha encantado
El de la foto creo que es Yves Klein, aunque reconozco que no sabía quien era cuando la colgué. Me alegro que os guste, hacía mucho que no me daba por narrar.
Una vez me contaron algunos cuentos sobre esta fotografía. El tuyo es de los más hermosos.
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