La derecha toma las calles

Desde que el Partido Popular perdió el poder en las elecciones del 14 de Marzo del pasado año, sus líderes se marcaron como objetivo desestabilizar el frágil equilibrio del Gobierno en minoría socialista. Así, generando confusión y tomando una actitud beligerante e intransigente, pretendían tapar sus propias debilidades y anticipar el fin de la legislatura. Por ello han puesto en marcha un plan de lucha callejera en tres fases: sábado tres de junio, para la AVT; sábado once, anticatalanismo en Salamanca; y el próximo evento, sábado dieciocho, contra el matrimonio gay. La derecha se lanza a la calle... ¿en busca de qué?




El plan "popular" para llenar de ocio reivindicativo los fines de semana de sus seguidores continúa adelante. Tras la gran manifestación en Madrid en la que se instrumentalizó el dolor de las víctimas de ETA, este sábado se volvió a repetir la jarana, aunque con menos público de lo esperado. El Partido Popular tomó otra vez la bandera de la unidad patria para defender la integridad del Archivo General de la Guerra Civil, frente al "expolio del separatismo". Como casi siempre sucede en las concentraciones públicas auspiciadas por los conservadores, los incidentes y los insultos no se hicieron esperar. Mientras que en Madrid los blancos de las iras fueron el Gobierno, los medios "desafectos", Peces-Barba y Pilar Manjón (insultada por los mismos que piden que se respete a las víctimas), en Salamanca el blanco fue otro: el controvertido Carod-Rovira, para el que muchas gargantas y pancartas pedían el "paredón". Es curioso pensar que muchos de los manifestantes que amenazan de muerte a un político no tengan rubor en manifestarse también contra los que amenazan a políticos y periodistas vascos o por el derecho a vivir del neonato. Mientras el político catalán protesta ante las más altas instancias judiciales, los populares recurren a la descalificación vacía y al manido "y tú más" para escurrir el bulto. Acusan a los demás de sus propios defectos, como en Galicia, donde Fraga y Rajoy recorren pueblo a pueblo predicando contra el Gobierno e insultando a sus oponentes, mientras acusan a los demás de ser "poco serios" y de hacer de la descalificación su arma electoral. ¿Acaso el Partido Popular, implicado en manipulación informativa, transfuguismo, prevaricación y demás corruptelas es el indicado para repartir legitimidades y autoridad moral? La moral la perdieron al mismo tiempo que las elecciones, mintiéndonos para salvar el culo.
Haciendo balance, el PP ha participado en dos marchas en las que buscaba reforzar su debilitada imagen, sirviéndose para ello de desenterrar a dos fantasmas clásicos de la derecha española: el separatismo vasco y el catalán. Para el próximo fin de semana, nos tienen preparado otro nuevo leitmotiv con regusto a alcanfor: la defensa de la familia contra la reforma del matrimonio y la adopción, que reconocerá los derechos de gays y lesbianas. Para ello, se han movilizado múltiples grupos sociales, como la Iglesia, el Foro de la Familia y múltiples organizaciones que, como "Padres y Madres de España", la asociación que "coló" un anuncio claramente homófobo en El País, se esconden en sus convicciones para esconder su intolerancia.

Ya nadie recuerda quién dijo aquello de la "oposición pancartera y desleal con el Gobierno de la nación", quizás porque han cambiado los papeles, pero nunca cambian las formas. Una pregunta se formula ante esta nueva marcha "popular": ¿Quién será el blanco de los insultos? ¿Habrá agresiones como las que sufrió el ministro Bono o los reporteros de Canal Castilla-La Mancha? ¿Cargarán los antidisturbios contra los beatones como cargaron contra los pacifistas? Y por supuesto, la duda fundamental: ¿Conseguirá el PP esconder tras este rebrote reivindicativo la incapacidad para el liderazgo de Rajoy y las disputas internas por el poder?

Escrito por Varela. Añadido por Varela el 13 de Junio de 2005 en LibrePensadores.com

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