La enésima despedida de la radio

Una vez más, esta voz hace mutis y sale del estudio, puede que por mucho tiempo, si atendemos a la advertencia de los agoreros. Honestamente, no lo creo así. Puede que no a los boletos de Radio 5 en fines de semana, puede que tampoco a pasear micro por ruedas de prensa, inauguraciones y eventos varios para el área de cultura y, desde luego, ya nunca más en la nave errante con la que surcamos la procelosa mar de las ondas hertzianas en pos de una ciudad invisible que no sé como terminó siendo el propio viaje.
Termina también un año de máster, de saturación, de jornadas psicótico-laborales de doce y catorce horas, y de la gente variopinta e inesperada que ha compartido todo esto. Compañeros de curro, jefes, técnicos y sobre todo, los compañeros. El grupo A, los agobios, las sobremesas en el césped, las cañas de después de trabajar, Cambalache, El Chavo Guerrero, miles de parrillas y proyectos creados entre todos. Horas y horas de radio que han contribuido, entre otras cosas, a seguir alimentando este hábito vicioso del micrófono y las ondas. Horas y horas de trabajo, de esfuerzo puramente vocacional sin más retribución que la de satisfacer el mono y poder seguir soñando. Nada de eso, nada de ellos es en balde.
Una vez más, salgo de la Casa de la Radio con la frente alta, el puño cerrado y el futuro plagado de incertidumbres. Pero me niego a sentirme vencido.Una vez más, esta voz hace mutis y sale del estudio, dispuesta a atronar cualquier micro que le pongan delante. Mais iso xa é outra leria...

3 divagando:

dtordable disse...

Qué razón tienes amigo. En fin, ya encontrarás algo, aunque sea de prostituta o de camello, que una licenciatura en periodismo y un máster da para mucho.

J. R. Bizarro disse...

corroboro lo escrito por mi ex compadre de fin de semana. con la cabeza bien alta y mirando al sol sin ray-ban que valgan!

El chico desenfocado disse...

Ánimo, neno!

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