En las nubes


Hay vidas que son sólo retazos rendidos al viento que se agitan desesperadamente buscando quien encuentre su punto de fuga. Los silencios acogen renglones enteros de historias que no llegaron a contarse, que se desvanecieron en su propia semilla, sin voz que supiese darles cuerpo. Sin embargo, dos trayectorias totalmente distintas pueden encontrarse y descubrir que sus caminos corren exactamente paralelos desde el mismo instante de su colisión.

Algunos cuentos tienen que ser contados eternamente mientras el hombre se deja mecer, olvidando por un segundo el metálico sabor del rechazo, el tacto del asfalto, los pies sobre un suelo que nunca termina de engullirte. Pequeñas dosis letales de realidad. Sobre sus grises edificios se sostiene un cielo al que, a veces, hay que subir a ver cara a cara, para que la nube negra que te acecha visite un techo más elevado que el de tu cuarto. Sube al techo, acurrúcate sobre las tejas y déjate acariciar por el viento y las dos o tres estrellas que aún iluminan sus noches opacas. Puede ser. Alimentado de almíbar, endulzando la melancolía de tus ojos. Tan sólo como deberían sentirse las nubes.

3 divagando:

E disse...

Me encanta tenerte tan de vuelta, mileurista : )

Voy a tener que volver yo también...

Ignis fatuus disse...

Y sin embargo...
Pero suena bien...
Bico,

Anónimo disse...

te lo robo para un proyecto

espero k no t import


;)

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