El nuevo "aire" de la monarquía

La monarquía es una constante en el devenir de los siglos. La historia la han escrito los mandamases regios. Para mantener el poder absoluto de uno solo sobre todos los demás, las astutas testas coronadas se han valido de mil ardides con los que sojuzgar a la plebe: el estilo Luis XIV, el estilo Reyes Católicos (Torquemada´s style) y, más recientemente, el estilo Juancar. Nuestro preclaro regente constitucional ha sabido ganarse el afecto de propios y extraños haciendo uso de tres maniobras inéditas pero demoledoras:

> La "campechanía", es decir, dejarse rozar por el "pueblo llano" sin poner cara de asco y bromear con altos mandatarios como si fueran amiguetes del botellón.

> El viejo truco de hacerse el tonto, para parecer entrañable e inofensivo y que todos olviden quién le puso en el trono (sublimes resultados en la Infanta Elena y su Marichalar).

>Los rumores sobre la supuesta vida extraconyugal desenfrenada de Juancar con todo tipo de señoritas del mundo rosa, lo que le ha granjeado la simpatía del macho ibérico, capaz de ver así en el augusto Borbón a un prototipo perfecto de español de raza que, por encima de sus responsabilidades, sabe divertirse a la antigua usanza, a la más antigua de todas.

Sin embargo, como reza el dicho, no hay mal que cien años dure, y el truquito del decorativo rey bobo comienza a hacer aguas. Cuando reine Felipito, muy guapete pero un poco acartonao al gusto de la masa plebeya, ¿cómo garantizará la Corona su futuro? ¿Qué zanahoria atarán al palo del burro España para que siga tirando del carro y alimentando a parásitos de sangre azul? Ayer mismo, Letizia I, la Sugerente, nos mostró la nueva arma regia para seducir a los súbditos más jóvenes:

¿Cuántos jovenzuelos habrán descubierto en estas imágenes el primer escozor de la pubertad? ¿Cuántos habrán incluído a la Princesa en sus más tórridas fantasías? ¿Cuántos se lo habrán puesto de fondo de pantalla del móvil? Una vez más, la sangre azul impone su elevado sentido de la estategia sociológica. En un mundo que se convulsiona al son de los pecaminosos acordes del reggaeton, en el que el sexo duro se encuentra en cada esquina, la monarquía ha conseguido invadir el último espacio privado de sus siervos. Ya ni pajas nos podemos hacer tranquilos.

Dudas para terminar: ¿Acabaré en el talego por esto? ¿Es un conjunto color carne para abuelas o unas inocentes braguitas blancas estilo Chicho Terremo? ¿Para cuándo un posado en condiciones en la Interviú?

5 divagando:

Anónimo disse...

"conjunto color carne para las abuelas"...........pero quéeeeee coño dices varel!!!!!!!!!!!!!!son braguitas blancas como las de Rosa!!!!!!!!!!!!!!!!son las braguitas más exitosas, amables, cariñosas y motorescas que he visto en los últimos tiempos!!Chicho tenía razón!!!!!!!
Abajo los tangas!!!!!!

Sansara disse...

Pois posto o meu, entón...

"non", "carne" e... "esperemos que nunca... por Deus!" :D

Sinta ben ter esa língua afiada tua de volta... ;)

El chico desenfocado disse...

Creo que tienes demasiado tiempo libre. O eso o ya has petado plomos por completo. ¿El lunes nos tajamos?

Anónimo disse...

Raya el mal gusto.


un saludo, varelón. :)

Anónimo disse...

jaaaaaaaaa...

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