Good Bye Spain

El pasado miécoles, en los momentos previos a la final de Copa que enfrentaba al Athletic de Bilbao y al FC Barcelona, los aficionados de ambos equipos recibieron con pitos y abucheos al jefe de Estado y anfitrión de la competición y silenciaron los acordes del himno español, la Marcha Real. Tan elocuente como prevista era la pitada, que Televisión Española, esa que se precia de ser pública, transparente y veraz, decididió cortar la emisión del himno estatal en una maniobra chapucera que incluyó la emisión en diferido durante el descanso de una versión de las imágenes manipulada para hacer ver que nada de lo anterior había ocurrido. Para hacer ver que en el Estado Español nadie cuestiona al monarca ni rechaza los llamados "símbolos patrios". Manipulacion que no tapa su vergüenza.


Terminado el partido y descubierto el evidente engaño por el resto de medios, la Corporación envía excusas y arroja a los leones a un cabeza de turco, el director de Deportes, Julián Reyes. Javier Pons, director de la cadena estatal, le acusa de ser el único culpable. Los trabajadores de TVE saben que la decisión de censurar la pitada al himno venía de más arriba. No caben errores humanos o responsables únicos. La manipulación política de los medios públicos, sean Telemadrid, Canal 9, ETB o La Primera, es innegable y vergonzosa. Los medios de comunicación estatales se conciben como una salvaguarda de su función social y democrática, cuando en la realidad son el primer engranaje de cualquier tipo de propaganda. Cortar un partido de máxima competición en directo para evitar que los espectadores sepan que existe un notorio rechazo a la figura regia y la bandera nacional es una vergüenza para la credibilidad del medio público y del Estado que lo maneja, por lo que debería saberse quién orquestó un plan tan malintencionado y chapucero. Por lo menos, gracias a su mala praxis, ha quedado en entredicho el dogma oficialista que afirma que la "campechana" figura del monarca no es cuestionada por sus súbditos. Tan evidente como que la bandera rojigualda heredera del franquismo suscita todavía un rechazo persistente. Aunque nadie lo reconozca, la monumental pitada de la final de Copa ha servido para recordar que, por mucho que reescriban la historia para aparecer como los salvadores de las libertades, la realidad es que sólo son una banda de censores ineptos. A la vista quedan las pruebas.

El himno en TVE, emitido en diferido y con el sonido editado para tapar las protestas

El himno en ETB, con el mismo sonido ambiente que TV3, SER, COPE, RadioMarca y otros, incluída Radio Nacional de España, a la que nadie recordó avisar que tocaba meter tijera. Auténtico autoritarismo bananero.

2 divagando:

Marta disse...

Nos manipulan y utilizan a su antojo!Si hubo protestas y pitos todos debemos saberlo y que cada uno opine lo que quiera.
Por favor , que renueven la plantilla de periodistas de la TV estatal porque esto es una auténtica patochada de república bananera.Yo propongo algunos nombres... sobre todo uno.Un besiño, irmao

dtordable disse...

Tienes más razón que un santo. TVE es una cadena que da risa. Por lo menos nuestros amigos de la radio no cometieron el mismo error. O lo que tu dices, no fueron avisados.

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