doce esquecemento


... so if you don´t like my fire
then don´t come around
'cause I'm gonna burn one down ...




La memoria es inconvenientemente caprichosa. Atraviesas miles de vidas trazando el camino de la tuya propia y, de una manera totalmente caótica, tan sólo puedes conservar pequeños fragmentos inconexos que escriben una historia que no se parece demasiado a la que hubieses deseado protagonizar.

Muy pocos de los recuerdos que llevas cosidos a las piel son realmente buenos. La mayor parte de los fantasmas que llevamos siempre encima son puro remordimiento, frustración, dolor o simplemente pena. Es el lastre que simplemente no puedes achicar. Los otros, los momentos que sin duda merece la pena preservar del olvido, deberían ser totalmente electivos, poder simplemente decir: “no te mereces un segundo más de mi vida, si he tener algún buen recuerdo, que no sea tuyo”.

Las máquinas tienen suerte de poder formatearse y olvidar. Nosotros, raza maldita de Sísifo, estamos condenados a recordar con dolor lo que realmente quisimos, condenados al bucle cíclico de desear-tener-perder-añorar. Esa es mi nueva meta, romper el círculo vicioso y empezar a describir mi propia órbita elíptica y poder simplemente vagar. Ser dueño del olvido, el dulce y analgésico esquecemento. Tan sólo wandering, perderse y no volver a mirar atrás.

1 divagando:

Sansara disse...

Olvidar es algo muy difícil, V. Y muy poco recomendable. ¿Quién te libraría entonces de tropezar con la misma piedra?... Aquello que eres hoy es consecuencia de todo eso...

Eso sí, a veces apetece demasiado encontrar la fórmula...

Demasiado....

Apertinhas, meu.

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