Siempre me levanto de la cama demasiado temprano o demasiado tarde. Siempre el presentimiento de estar fuera de lugar. Últimamente, he vuelto a despertarme con esta sensación de ser ínfimo, miserable, nada que vai a ningures, que decía mi abuelo. Últimamente, ha vuelto mi mal humor matutino, después de casi haber olvidado que eso fuese parte de mi forma de ser. Aunque sea de ser miserable.A veces, la salvación no llega nunca. Tan sólo dejas de esperarla, asumiendo que la anomalía es ser feliz y no al contrario, como se suponía que iba a ser. A veces, la salvación es dejarse ir, asumir lo jodido y sórdido que eres mientras intentas escondérselo al espejo cada mañana. Escondido, temblando de miedo y rabia, te enfrentas a cada nuevo día parapetado en un ceño fruncido y toneladas de sarcasmo. Hay días en los que la mala ostia sólo sirve para evitar que los demás se te acerquen y se den cuenta de lo podrido que estás por dentro. Un día cualquiera, te das cuenta de que has crecido y no eres quien deseaste ser. De que no te gustas. De que no eres más feliz estando solo, simplemente estás solo y sigues adelante. Aunque no haya a dónde ir.
Hoy hace un año que dejé de fumar tabaco. Mataría por un cigarro ahora mismo. No me sonriais nunca hasta la mediatarde, muerdo.


