Hay veces en las que sabes que el final está cerca, y entonces el tiempo adquiere una nueva dimensión, más líquida, mientras se te escurre entre las manos anunciando lo inminente, lo inevitable. Cuando sabes que algo está a punto de acabarse, intentas apurar los buenos momentos y sólo consigues encontrarte con el vaso vacío y las despedidas. Puede que algún día ondee una bandera conocida sobre las ruinas de mi victoria... si es que queda alguien para verlo
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2 divagando:
siempre me han encantado los finales felices. y a quien no?
¿Sabías que este es uno de los montajes más famosos de la historia? Para empezar, el soldado que está a los pies de la estatua llevaba 2 relojes, pero Stalin no podía permitir que se viese el expolio de la guerra en sus tropas. Aun así, fue un buen día, sí.
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