Miles de tardes tiradas al sol, acompañado por una cervecilla o unos apuntes sin esperanza, mientras pasa otro verano más y se sigue renovando la fauna piscinera en el Chami y se renuevan amistades imposibles. Otro verano más de domingos al sol, de vagar a solas por la ciudad desierta, un erial pensado para 5 millones de personas apenas habitado por inmigrantes y paseantes solitarios que añoran los paisajes en compañía. Otro verano más sin ahogar las pupilas en la inmensidad del Atlántico abierto y salvaje. Otro verano de radio...
Miles de tardes tiradas al sol, acompañado por una cervecilla o unos apuntes sin esperanza, mientras pasa otro verano más y se sigue renovando la fauna piscinera en el Chami y se renuevan amistades imposibles. Otro verano más de domingos al sol, de vagar a solas por la ciudad desierta, un erial pensado para 5 millones de personas apenas habitado por inmigrantes y paseantes solitarios que añoran los paisajes en compañía. Otro verano más sin ahogar las pupilas en la inmensidad del Atlántico abierto y salvaje. Otro verano de radio...
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