Son las cuatro de la mañana y estoy en la oficina. Sí, blogueo en horas de trabajo, podéis denunciarme por improductivo. Hace un par de horas escuché a uno de esos tertulianos enterados que los trabajadores del estado español son de los menos productivos por el enorme absentismo laboral. Lejos de quedarse ahi, el orondo creador de opinión mostró como prueba que dicho absentismo había bajado por la crisis. Quizá el iluminado de turno no ha pensado que muchos hemos acudido enfermos a nuestro trabajo este año para evitar perderlo. Será por eso que, como soy un vago improductivo que vive a expensas de su empresa, he terminado mi trabajo hace un rato con varias horas de antelación y puedo permitirme el lujo de escribir en ese ratito que me queda entre el boletín informativo de las 4 y la llamada a nuestro corresponsal en Nueva York para grabar su crónica diaria de Wall Street. Tan poco apasionante que ni tengo ganas de ironizar al respecto.
Mientras pasan con lentitud estas horas sin sol, me entretengo buceando en medios extranjeros, del Süddeutsche Zeitung al South China Morning Post, del Ankaragüku Hürriyet al Nihon Keizai, pero ninguno consigue entretenerme tanto como el propio diario del grupo innombrable. En su edición de hoy, abren su sección internacional una entrevista a Marine Le Pen, hija del odioso octogenario fascista y actual lider del Frente Nacional. Llamar entrevista a este ejercicio de proselitismo ultraderechista es poco. La misma palabra ultraderecha sólo se hace constar, y de pasada, en la entradilla de la sección. Ninguna pregunta crítica con su xenofobia, sino más bien, se le cede a la delfín del viejo mariscal neonazi una tribuna para vender su mensaje de odio, incluído el clásico "somos 5 millones de parados, ya no cabe nadie más". ¿El título? "Marine Le Pen contra la Europa totalitaria". Vaya un juego de palabras repulsivo cuanto menos. Cae sobre tu conciencia, C.S.
Podrá consolarse pensando que no es el único, ya que en la edición de hoy, por poner un ejemplo al azar, R.C. intenta emponzoñar el nacionalismo periférico relacionándolo con el nazismo en un ejercicio de hipocresía centrípeta cuando no de lesa originalidad. Se suma también al juego del periodismo de dudosa ética M.B., defendiendo fuera de las páginas de opinión la inocencia del expresidente de las Illes Balears, Jaume Matas, ante su jucio por corrupción y enriquecimiento ilícito; A.M., en su llamada a la resurrección del anticomunismo; J.A., en su denuncia del abandono que "sufre" el Valle de los Caídos y así un largo etcétera. No tengo palabras, sólo espero el momento en que una oferta de trabajo me aleje de esta cloaca de la información. No todos los profesionales que trabajan en este grupo merecen entrar en este grupo de mercenarios, algunos demuestran día a día cómo se puede ser un buen periodista trabajando para un mal medio. De ellos aprendo y gracias a ellos sigo aquí. Mientras tanto, sacaré la cabeza por la ventana para refrescarme las ideas, maldecir a los escasos fiesteros que pasean su borrachera en los aledaños de la Castellana e intentar no pensar cómo sería mi vida si todavía viviese bajo vuestros horarios. Puede parecer que no, pero, asomado al ventanal, sonrío.
Earth, Wind and Fire -
3 divagando:
Sin duda sois unos afortunados los que termináis vuestros queaceres cuatro horas antes del cierre y sin embargo cobráis por la jornada completa sin protestar. No sólo eso, sino que tenéis tiempo para navegar por la red y no contentos, dedicáis además esas horas libres a criticar a la mano que os da de comer, lo que no deja de ser una incongruencia, una indecencia y sobre todo una falta tremenda de valentía para no coger la mochila y largarse a casa o a buscar otro trabajo. Debe de ser una aventura fascinante intentar conseguir otro empleo dada la situación actual y no sólo en el ámbito del periodismo.
Supongo que la idea de centrar las críticas en un solo medio, el propio para más inri, rompe con una de las reglas básicas que se enseñan en primer curso de la Facultad que yo sí pisé, la objetividad de la que tú esta vez no haces uso.
Intenta navegar a otras horas para comprobar si tus opiniones son fruto del malestar laboral o de un problema grave de tipo existencial del que tu empresa no creo que tenga la culpa.
¿la mano que nos da de comer? ¿quién alimienta a quién, anónimo? ¿el profesional que trabaja o la creciente maraña de directivos sin oficio ni beneficio? hablas de incongruencia y de indecencia por criticar al medio en el que trabajo, ¿qué pasa? ¿qué toda crítica es traición? ¿qué el sueldo es la mordaza, el soborno que me pagan por hacer la vista gorda con los errores, distorsiones y falsificaciones de los medios del grupo para el que trabajo? no, majete, mi sueldo es producto de mi labor como profesional formado con carrera, posgrado y más de 6 años de experiencia en medios de primera línea. si has leído bien este blog, sabrás que hay críticas para todos los medios, el mío incluído. Además, el subtítulo de esta página avisa, no pretendo ser objetivo, ya que, si pisaste la facultad, sin duda te enseñaron que la objetividad pura, muchacho, no existe. mis opiniones son producto del contacto directo, día a día, con la chapuza convertida en periodismo bajuno. las tuyas, ¿quién las paga?
y si quieres comentamos los 22 meses de cárcel para el segurata de Intereconomía que se hizo pasar por agente del CNI para ayudar a la trama golpista del tamayazo...
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