Escapé a toda prisa y estoy volviendo poco a poco. La nocturnidad me acoge como siempre, con la ceja erguida en señal de desafío y las ojeras rehaciendo su surco. Pasaron días de mejor paisaje, color más saludable y compañía esperada. Pero pasaron ya y ahora toca seguir dibujando castillos en el aire, construyendo entre inspiración y espiración un mensaje que no se pierda en el éter sonoro. Los otros elementos me acompañan en la lejanía, en la piedra que toma forma del mar y el fuego que abrasa desde lo alto. Empieza, un año más, otro verano en la concrete jungle. Y en cuanto termine, puede que paseemos por Berlín.
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1 divagando:
Tengo un viaje pendiente a Berlín,también, así que espero coincidir contigo AJAAJAJA
Tienes razón en el texto, la compañía es algo básico!
saalut!
Enric
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