Llegó la hora de dejar atrás esta tediosa vida a fuego lento. Se resquebrajó la piedra y, tras ella, se vislumbra un horizonte inédito. Un horizonte largo tiempo deseado. De pronto, los días ya no se parecen, el tiempo no sobra y hay que dosificarlo como la más pura de las drogas. De pronto, hay algo que hacer y los cabos sueltos se desvanecen. Los músculos se desentumecen y reclaman acción. Habrá que dársela. En principio, habrá que retar a las autovías que llevan a Portugal antes de la deseada muerte de Junio. En el radiocassete atronarán Los Chichos durante el camino del Douro al Tejo. Y para entonces, mi rutina se habrá hecho añicos. Y nunca más siempre igual.
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1 divagando:
PRoXiMa aPeRTuRa
Diario de una becaria
Confesiones periodísticas
http://www.diariodeunabecariaenpracticas.blogspot.com/
1.VII.2009 / 09:00 h
En construcción ¡visita.me!
Un saludo desde CANTABRIA
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