El humor negro podría definirse como el irrefrenable impulso humano de satirizar la desgracia ajena. No es apto para todos los públicos, no contenta a todos los paladares, pero nadie es ajeno al encanto de lo ácido y lo extremo. El cinismo elevado a la categoría de las bellas artes.
La comedia negra se apoya en lo más siniestro de nuestra humanidad para hacernos sonreír ante la adversidad. Su tono inquietante y subversivo corroe los valores establecidos con altas dosis de ironía y mala leche. Sus escenarios favoritos: la muerte, la enfermedad, el sexo, los tabúes vistos a través de la mirada irreverente del sarcasmo.
La vida es un enorme escenario del humor negro. Ante una realidad sórdida y gris, nuestras pequeñas vidas serían mucho más mediocres si no pudiésemos reírnos de vez en cuando del absurdo que nos rodea. Esa es nuestra pequeña venganza, la sonrisa amarga.
1 divagando:
Cuanto más miro la pantalla de televisión, leo un periódico u observo al curioso mundo de personajes y personas que nos rodean, más agradezco esos pequeños ramalazos de humor sátiro, pensado y oscuro.
Cuanta mierda hay que aguantar, y para colmo, tenemos que aguantarnos a nosotros mismos.
El camino fue fácil, dicen aquellos que ya murieron.
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