Alza tu copa. Saluda al tiempo por llegar, déjalo resbalar entre tus dedos como un nudo corredizo y prepárate para cuando tense la cuerda. Desafíalo. Mantén el mentón bien arriba, los ojos abiertos, aprieta los dientes y prepárate a encajar los golpes sin tambalearte, sin ceder un milímetro. Conserva la cabeza fría y aprende a no usarla demasiado. No dejes que nada nuble tu percepción. Mantente en pie, pase lo que pase.
Sabes lo que no quieres. Sabes lo que es perder. No esta vez, también sabes lo que te juegas. No sin dejarte las entrañas en ello. Nada garantiza que vayas a salir bien de ésta y sólo tú puedes hacer algo para marcar la diferencia, sólo tú puedes impedir que seas tú mismo el que lo eche a perder. Despacio, con xeito. Trata con cuidado las cosas pequeñas, no pises el acelerador demasiado tiempo sin cambiar de marcha, aprende a guardar las palabras que arden en la garganta. Parecen sólo consejos. Esta vez, quizás sea esta vez, puede que, por un momento, la suerte misma te sonría entre dientes. Habrá que esperar qué de nuevo nos traerá la primavera. ¿Necesitas un paraguas? Hay sitio en el mío.
Alza tu copa. Brinda por las cosas por las que aún merece la pena jugarselo todo, mira la vida a los ojos y apura tu copa de un trago. Yo invito ...
Alza tu copa. Brinda por las cosas por las que aún merece la pena jugarselo todo, mira la vida a los ojos y apura tu copa de un trago. Yo invito ...
0 divagando:
Enviar um comentário