Poe

Fue el padre del relato de terror y el renovador de la novela gótica. Dibujó las aristas más afiladas de la pesadilla, coqueteó con todo lo lúgubre y vivió bajo un halo de fatalidad y misterio. Edgar Allan Poe descubrió al mundo el placer morboso de leer y sentir auténtico miedo.


Viejos caserones, pozos sin fondo, lápidas de bellas damas difuntas, escenarios tenebrosos en los que el poeta jugaba a desdibujar los límites entre lo vivo y lo muerto, el delirio y la cruel realidad. Su vida fue también un reflejo de esta atmósfera onírica y cargada, aderezada de opio, alcohol y amores envenenados que hicieron de él una leyenda.

Una madrugada, entre la locura y el delirium tremens, Poe murió implorando por su alma. Desde entonces, cada 7 de octubre, alguien deja una botella de bourbon sobre su lápida y hay quien jura verle rondando por la ciudad como uno de sus personajes. De poco debieron servir sus plegarias, ya que cada ocho de octubre desde hace más de siglo y medio, la botella amanece vacía en el viejo cementerio de Baltimore.

2 divagando:

Anónimo disse...

los directores de películas de terror tendrían que leer a poe, el auténtico maestro del terror sin necesidad de grandes efectismos, litros de hemoglobina o mostrar lo evidente...

Gato negro disse...

Siempre fue uno de mis preferidos...habría que visitar ese cementerio algún 7 de octubre ¿no?
Me han comentado que ahora sontíes a menudo, brindo por ello, y por ti.

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