Hace setenta y siete años. Madrid. Eibar. Barcelona. Vigo. Ha pasado demasiado tiempo en silencio y ahora vuelve a estar en la calle, conspirando en las esquinas y los bares.
Vigilan, temen el fin de su statu quo, somos una amenaza para su "normalidad democrática" y su "orden constitucional". Cuanto más revuelo arman en nuestra contra, más cercana está la victoria final.