Apuntes al azar del mundo en crisis


En estos tiempos que corren nos hemos acostumbrado a lo inesperado. Declaraciones que hace unos años supondrían el fin de la carrera de quien las pronuncia, decisiones empresariales inhumanas o recortes antisociales han entrado de lleno en el menú del día que nos sirven los medios de comunicación. Para muestra, cuatro sencillos ejemplos encontrados al azar en la prensa de hoy. Comencemos hablando de bancos. Hace unos días, los exdirectivos de NovaCaixaGalicia y la Caja de Ahorros del Mediterráneo saltaron a la palestra por sus indemnizaciones millonarias y sus jubilaciones de lujo, todo ello después de haber llevado a la quiebra a las entidades que dirigían. Hoy, en El País nos encontramos con que las cajas, tras haber recibido miles de millones de euros de fondos del estado para evitar la bancarrota, proponen congelar dos años los salarios de sus empleados. De los directivos, ni hablamos. Para rematar el despropósito, ABC nos cuenta que la banca española deberá refinanciar 120.000 millones de euros de sus deudas el año próximo. ¿Se imaginan quién va a poner esos fondos? Premio para usted si al leer esta frase se ha llevado la mano automáticamente al bolsillo. Además del sector financiero, la gran empresa también protagoniza titulares llamativos esta mañana. En las páginas de economía leemos que la fabricante holandesa de electrodomésticos Phillips ha decidido despedir a cuatro mil quinientos trabajadores tras anunciar que sus ganancias se han reducido en más de mil millones de euros. Una vez más, se repite la fórmula cruel del capitalismo, que dicta que los culpables de errores de gestión que cuestan la ruina a una empresa terminan firmando despidos en lugar de protagonizarlos.

Por último, cómo no, los políticos. En Portugal, Jornal de Noticias publica el siguiente titular: "Las pensiones vitalicias de los políticos escapan a los ajustes". La misma semana en la que el parlamento debate elevar los impuestos sobre alimentos básicos, vivienda y salarios y recortar al máximo cualquier atisbo de estado del bienestar, el diario lisboeta publica que la clase política lusa ha blindado sus jubilaciones, mientras que los que tendrán que pagar son los trabajadores retirados que reciben pensiones de 426 euros. ¿Les suena de algo? Al otro lado de la raia, en Catalunya, el cada vez menos correcto Duran i Lleida nos sorprende con unas declaraciones de una sinceridad escalofriante. El portavoz de CiU en el Congreso ha exigido más medidas impopulares para parar la crisis, aunque se ha negado a detallar cuáles son, porque asegura que si lo hiciera "perdería las elecciones". Visto lo visto, queda claro que los auténticos antisistema no somos los que salimos a las calles a reclamar dignidad, justicia y democracia, sino los que esconden la navaja trapera bajo el traje y la corbata.

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