Ellos mandan, nosotros protestamos


Si uno observa con atención los últimos acontecimientos, es fácil darse cuenta de que, en realidad, los que mandan son los bancos. En el estado español, los banqueros fueron los primeros a los que informó Zapatero de que no iba a presentarse a la reelección, y no lo anunció en público hasta no tener su beneplácito. También fueron ellos, los banqueros y grandes fortunas del estado, los que exigieron el recorte de salarios y pensiones y el aumento de los impuestos y la edad de jubilación. Así, así gana Botín. Manda el BBVA, Caja Madrid y el Santander. ¿A cúal de ellos votarás en las próximas elecciones?


Hoy, desayunamos con la noticia de que Portugal se ha rendido al asalto de los especuladores y pedirá finalmente un rescate financiero a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Ayer, la noticia que nos llegaba desde la outra beira da raia era que los bancos portugueses se negaban a comprar deuda del estado si el gobierno de Lisboa no solicitaba esa ayuda internacional. Ahora que ya lo han conseguido, los banqueros se quedarán con el dinero de ese rescate, "para tapar agujerillos", mientras que a los ciudadanos, como ya pasó en Grecia e Irlanda, les tocará pagar las habichuelas más caras con un sueldo más miserable. Muy equitativo y justo este sistema que se empeñan en llamar democracia de mercado.


Es público y notorio que los bancos provocaron la crisis con operaciones de riesgo. También es sabido que ninguno de los responsables de esa toma de decisiones está en la cárcel. Mientras, en Islandia, esos mismos responsables están comenzando a ser juzgados y encarcelados por los mismos motivos por los que en el resto del mundo los estados les entregan cheques en blanco para que sigan especulando a nuestra costa. Aquí, los ciudadanos de a pie son los que están siendo condenados a trabajos forzados para que la gran banca pueda continuar su expolio. Los estados sólo sirven en esta crisis para nacionalizar la banca, aunque lo que no nos dicen es que lo único que están haciendo asumir sus pérdidas mientras ellos se reparten los beneficios. Por arte de magia, su deuda privada es pública. Y para que siga habiendo dinero en las arcas para que los políticos puedan robarlo, hay quien dice que nos esperan "lustros" con el sueldo congelado.


Será que nos lo merecemos por no protestar, por dejarnos poner mansamente la cadena al cuello. Por eso, esta tarde a las siete, saldremos a las calles de Madrid a decir basta. Como ya hicieron los jóvenes y no tan jóvenes en Grecia, Francia, Reino Unido y Portugal, el movimiento Juventud Sin Futuro ha convocado una manifestación hoy desde la Plaza de Antón Martín, al pie del monumento de los mártires laboralistas del 77, para reclamar el presente y el futuro que los bancos, los políticos, los especuladores y los ventajistas nos están robando. En paro o en precario, a todos nos afecta. Ahora es necesario mostrar al mundo que existimos los inconformes, para que nadie pueda decir que no está avisado. Sal a la calle y di no o agacha la cabeza y vete comprando vaselina. Y a crédito.

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