Cristiano Lucarelli



Después de dedicarle este gol al Che Guevara y a la hinchada local, la de su Livorno natal, Cristiano Lucarelli no volvió a ser convocado en ocho años. Ningún compañero se acercó a felicitarle por el gol, ninguno se quejó de su exclusión. En su partido de vuelta con la azurra, volvió a marcar a los diez minutos de pisar el campo y salvó a la selección de perder en Belgrado. Después de haber jugado en Perugia, Atalanta, Valencia y Torino, decidió jugárselo todo y volver a su amado Livorno para rescatarlo de la Serie B. Perdió dinero, renunció a grandes equipos del calcio pero supo dirigir a la escuadra amaranta hacia el ascenso. A su regreso a la Serie A, fue máximo goleador de la temporada con 24 goles. Con el número 99 de las Brigate Autonome a la espalda, levantó el puño 92 veces en 142 partidos, aupando a un renacido Livorno hasta la mitad de la tabla, por encima de Lazio, Roma o Fiorentina. Una vez conseguido, se sacrificó por la liquidez del Livorno aceptando un jugoso traspaso por más de ocho millones de euros al Shaktar Donesk, para terminar recalando en su actual Parma. La ironía es que, a sus treinta y tres años, ya ha marcado 11 goles en lo que va de temporada. Un jugador de carácter, de los que ya no se ven.

Enric González, El sueño de un niño de Livorno, en Historias del Calcio

1 divagando:

dtordable disse...

Seguía con inquietud los textos de Enric en El País durante muchos meses. Posteriomente leí el libro recopilatorio de los artículos. Ahora hace algo similar John Carlin, en el Corner Inglés, aunque con la Premier. Grande Lucarelli

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